sábado, 7 de septiembre de 2024

Las zonas de tapeo más famosas y concurridas de las ciudades de España

 Luisondome

Rúa do Franco. Santiago de Compostela

A los españoles nos gusta la calle y nos encanta ir de vinos y también de tapeo. Eso es así en todas y cada una de las ciudades de este país, en el que el sueño de tantos foodies es recorrer nuestra geografía de bar en bar, de tapa en tapa.

Es por tanto imprescindible conocer las calles de tapeo más famosas de España, pues en cada ciudad de este sabroso país hay una calle o plaza conocida y reconocida por la cantidad de ofertas gastronómicas y por el gran número de disfrutones que acudimos a ellas a degustar lo que más nos gusta: una buena ración, un pintxo, o una tapa de toda la vida. Llámala como quieras, y acompáñalas de uno de los excelentes vinos que produce este país, o de una casita de cerveza. Estas son algunas de ellas:


COMUNIDAD DE MADRID


Calle Ponzano, en Madrid

Aunque el tapeo más tradicional sigue condensándose en La Latina y sus famosas Cava Alta y Cava Baja, la movida madrileña actual se ha trasladado a un barrio igual de castizo pero mucho más aristocrático: Chamberí. En la calle Ponzano los bares y tabernas de toda la vida nunca defraudan –El Doble, Pinzano o El Fide– y los nuevos en llegar aportan color al ambiente y sabor a los platos ¿Un lomo de ternera de Ávila en La Sala de Despiece, un bao de atún rojo salvaje con huevo de codorniz en Lamonarracha o unos mejillones tigre en Charnela? Lo que sea con tal de sumarnos a la moda del #Ponzaning.


CASTILLA LA MANCHA


Plaza Mayor, Cervantes y Pilar, Ciudad Real

La calle Toledo, con sus muchas tiendas y bares, da la bienvenida a los amantes del buen tapear con lugares como Carmen Carmen Restobar. La calle Libertad, con exponentes como el Guridi, merece también una parada. Recuerda que en esta ciudad la tapa la sirven gratis con la bebida: disfruta de esta feliz coyuntura para tu estómago en la Plaza Mayor, la de Cervantes y la del Pilar.


Calle Santo Tomé, Toledo

A quienes la calle Santo Tomé les parezca demasiado turística (no todo el mundo quiere esperar para probar las migas de El 10 de Santo Tomé), siempre podrán optar por pasear por la calle Taller del Moro, una de las más bonitas de Toledo, hasta llegar al Café del Fin, en el que pedir una sopa manchega para reponer fuerzas. Perderse por la gran judería de la ciudad debería ser obligatorio ya no en el colegio, sino en la vida adulta también.


Calle San Francisco,  Cuenca

La calle San Francisco, ubicada en pleno centro de la capital, es una vía que cuenta con numerosos establecimientos ideales para tomar un vino junto a unas buenas tapas. Destacan los bares pequeños, pero encantadores y con gran ambiente. En esta calle, los visitantes podrán encontrar más de diez bares con terraza fija durante todo el año. Además, al lado, en callejón de los gatos, se encuentra también El Bodegón, con cocina a la brasa. En sus bares, junto a un buen vino, creemos que es ideal probar locales como Bar la Ponderosa, Mesón Rodríguez o Mesón Jose. Destacan los bares pequeños, pero encantadores y con gran ambiente. Esta calle peatonal está justo al lado del Palacio de la Diputación Provincial, en el centro de la ciudad, donde, por su puesto, también está la Plaza Mayor, en la que tendrás un amplio surtido de establecimientos en los que poder tapear en una terraza como en la Tabernilla de la Plaza.


Plaza Mayor y aledaños, Guadalajara

Guadalajara es ciudad de una gastronomía peculiar y de buen comer. De hacer parones a mitad para poder seguir comiendo, y de usar mucho la servilleta. Es leal a lo tradicional y a la calidad, a la tapa generosa y al cabrito asado.

Su cocina presume de la herencia gastronómica que han ido dejándole las diferentes culturas que han habitado sus tierras. Por eso, en sus bares encontramos menús con hortalizas, asados, huevos frescos y de postre, miel en todas sus variedades. La zona mas concurrida es la que está en torno a la Plaza Mayor


La Zona, Albacete

Albacete es una ciudad en la que las crónicas hablaban de sofisticados pinchos, raciones clásicas y de un lugar: La Zona. Toda la parte comprendida entre las calles Concepción, Gaona y hasta Jesús de Nazareno por la calle Tejares. Como era la única capital de Castilla La Mancha que nos faltaba por probar, aunque fue en una viaje corto, decidimos parar a visitarla, a conocer Albacete de tapas. Comenzando la ruta por la Calle Concepción visitaremos sucesivamente el Asador Concepción, La Tapería, El Alambique, y el Bellota y Olé. Siguiendo hacia la Calle Tejares, os toparemos con un buen número de bares con terrazas, A destacar el Entre Cañas y Vinos, y el Ave Turuta.


ARAGÓN


El Tubo, Zaragoza

Seguro que has oído hablar de El Tubo de Zaragoza, y si no, prepárate para descubrir este paraíso gastronómico donde la buena comida, la buena gente y el buen ambiente están asegurados.

El perímetro de este cuadrilátero gastronómico lo delimitan las calles de Alfonso I, Méndez Núñez, Don Jaime I y El Coso. En su interior: Blasón Aragonés, Libertad, Cinegio, Mártires, Ossau, Pino, Plaza Santiago Sas, Estébanes y Cuatro de Agosto.

¿Algunas de las paradas imprescindibles? Bodegas Almau, Doña Casta, El Limpia, Casa Lac, La Ternasca y, por supuesto, La Republicana.


Paseo del Óvalo, Teruel

La mejor calle de Teruel para ir de tapas es el Paseo del Óvalo, que además de contar con una maravillosa escalinata neomudéjar -Escalinata del Óvalo-, declarada Bien de Interés Cultural en 2008 y uno de los monumentos más emblemáticos de Teruel, cuenta con varios bares y restaurantes en los que resulta complicado lograr una mesa en sus veladores a la hora del vermú. El Bar Restaurante El Paseo, con precios muy competitivos, tapas elaboradas y también menú del día es uno de ellos. El Bar Gregory, el GastroBar Tapas y Copas, con sus Huevos estrellados, croquetas caseras o longaniza con patatas destacan en su gran carta para el tapeo. El Mesón El Óvalo, con platos típicos aragoneses y también con tapas deliciosas; El Mirador, con elaboraciones muy bien trabajadas además de contar con menú del día y el Bar Sabores, con pinchos exóticos que tradicionales completan la oferta gastronómica del Paseo del Óvalo de Teruel.


Calle Padre Huesca, Huesca

La calle que eligen los oscenses para acertar a la hora de salir de tapas se llama Padre Huesca. Arranca en el Coso Bajo (una de las vías principales de la ciudad) y termina en la plaza de Santa Clara. La recomendación es recorrerla de norte a sur porque la zona más cercana al Coso es la que concentra la mayor cantidad de establecimientos. Tomar tapas en el Como me lo como es un clásico en la ciudad. Aunque también se puede disfrutar la buena gastronomía del Da Vinci que ofrece raciones generosas y de buena calidad a precio razonable. Sal y Pimienta, Tomate y Jamón o Ricorico-cu son otros tres establecimientos que no defraudan. Y, para aquellos que buscan un desayuno o merienda diferente, De Frida es una gran opción. Y para quienes gustan de terminar por todo lo alto, en esta calle también se encuentra la sala de conciertos Veintiuno.


CASTILLA-LEÓN


Calle de San Segundo, Ávila
Junto a la puerta de la muralla de la Catedral, o Puerta del Peso de la Harina, se encuentra la calle de San Segundo, donde brilla con fuerza La Bodeguita de San Segundo, un lugar especial para los amantes del vino y la carne de Ávila que ha cumplido 25 años. No pierdas de vista tampoco el Alavirulé Trastienda-Bar (cuyo menú del día ofrece lo mismo un churrasco que un filete de Avileña, por si las tapas se te quedan cortas) y el Caramel en esta calle monumental plagada de opciones gastronómicas.


Plaza de San Martín, León

Si hay un templo de la morcilla en León esa es La Bicha, en el barrio Húmedo. En ella Paco, lleva desde 1977 alimentando –además de su fama de iracundo– a su clientela fiel con esta tapa que él mismo prepara sobre una plancha al otro lado de la barra (y que solo sirve gratis a mediodía y no por la noche, recuerda). Pero en la plaza de San Martín hay muchos, muchísimos bares (y tapas gratis) más: El Rebote y sus croquetas, Entrepeñas y su embutido tradicional o Los Cazurros, una ‘tabierna’ leonesa en la que riegan sus patatas con queso de Valdeón.

Aquellos que deseen un ambiente igual de animado, pero en el barrio Romántico de León, pueden acercarse a la calle Cervantes para probar los nachos con carne del Clandestino, el picadillo de la Trébede o el cono de foie de la Vermutería.


Plaza Mayor, Zamora

Tres áreas destacan en Zamora: la calle de Alfonso de Castro, la Plaza Mayor y la calle de los Herreros. Aquí se manejan buenos precios y buen producto en bares que en su mayoría se vuelven nocturnos llegada la medianoche, sacando las copas donde antes estaban las tapas. ¡Fiesta!

Empieza por la tapa del día en la Cervecería Plaza Mayor (desde una mini hamburguesa casera a un canapé de bacalao con chalotas) y culmina el tapeo con una tosta de morcilla o solomillo en el Metro Zamora.


Calle Van Dyck, Salamanca

Sabemos que la calle Van Dyck de Salamanca no es tan fotogénica como su Plaza Mayor (pocos lugares hay en realidad en el mundo), pero así como la segunda te enganchará por su historia y arquitectura, la primera lo hará por sus míticos y queridos locales, como el Café ChinitasEl Minutejo o Rufo's. Estos dos últimos conocidos por sus montaditos, pequeños en tamaño ¡y en precio!


Plaza de Herradores y aledaños, Soria

La Plaza Herradores es una de las más populares en la ciudad para ir de tapas y pinchos. Pero no la busquéis por este nombre, ya que en realidad se llama Plaza Ramón Benito Aceña. En la zona encontraremos el Bar Capote, El Iruña, con gran variedad de pinchos, El Patata, en la Plaza de San Clemente con una impresionante barrad etapas y banderillas. El Bar de Poli y su afamado Champi.


El Acueducto y Plaza Mayor, Segovia

Donde más bares hay es en la parte centro de Segovia y está en dos zonas, la cercana al Acueducto, avenida del acueducto hasta Hermanos Barral. Una zona un poco para turistas donde se encuentra el famoso Mesón Cándido. La otra zona está en pleno centro, en la Plaza Mayor y las calles Infanta Isabel y Cronista Lecea. En esta última está el otro famoso restaurante de cochinillo de la ciudad, José María (que también visitamos) y donde también se puede tapear de lujo. En Plaza Mayor hay numerosos bares pegados con un ambiente un poco peculiar, terrazas con manteles hasta para tomar una caña, camareros con traje y pajarita y su pijerio de domingo. Por lo general las terrazas son caras, y la tapa no la elijes y es normalita.


Calle Sombrerería, Burgos
En las barras (y en las calles) de Burgos el arte del tapeo se practica requetebién. Cerca de la catedral, comunicándola con la Plaza Mayor, la calle Sombrerería es ya una ruta mítica (llamada también 'del elefante' por su forma) para quienes adoran comer o cenar o lo que se tercie con una minirración de algo, un pecado gourmet en miniatura. Si primero degustamos un pincho de morcilla y luego seguimos con una 'alpargata' de jamón o un pincho de erizo y de bacalao al pil pil, acompañados siempre de un buen vino, el placer es máximo.


Plaza de Coca, Valladolid

En Valladolid, todo se cuece alrededor de esta bonita plaza, llamada coloquialmente como la de Coca, cuyo nombre verdadero es la de Martí y Monsó y que, tras esta apariencia pacífica, oculta (o no tanto) una noche a tope. Todo lo que la rodea, junto al Ayuntamiento y la Plaza Mayor, es el reino del tapeo vallisoletano, las calles de la Pasión, Comedias, Caridad, Calixto Fernández, Correos... Eso sí, madrileños y andaluces, no asustarse: aquí no se suele poner nada gratis, como en vuestras ciudades, sino que lo que se lleva es currarse mucho la tapa. Aún así, nos parece bien.


Plaza mayor y calles adyacentes, Palencia

La menos conocida de las capitales de provincia de Castilla y León es la mas sosa, gastronómicamente hablando, a pesar de su proximidad a Valladolid, ciudad con una gran cultura de tapa de calidad. A diferencia del resto de ciudades no destaca por sus restaurantes y carece de una zona de vinos. Tiene bares pero dispersos y con poca cultura de la tapa. En Plaza Mayor hay cuatro bares con sus respectivas terrazas, y en ella en el Debla, el más juvenil, la tapa es gratis y es donde más gente hay. También destacar la Taberna Plaza Mayor. Las dos calles que unen la Plaza Mayor y el Paseo del Salón también tienen algún bar que otro. Alguno muy bueno pero la misma tónica que toda la ciudad. Dispersos.


ANDALUCÍA


Calle Mesón del Moro, Sevilla

El magnífico empedrado del barrio de Santa Cruz, en Sevilla, es siempre una invitación a caminar despacio y detenernos en sus callecitas, cómo no, a tomar un buen aperitivo. No en vano han bautizado sus travesías con nombres como Mesón del Moro (en la imagen). No es la Sevilla más alternativa, pero sí la más esencial. El barrio que ocupa la antigua Judería alberga estrechas calles salpicadas de casas señoriales y clásicos como El Giraldillo, conocido como el restaurante mirador de la Giralda.

Calle Cerón, Jaén

Que nadie se ofenda si en Jaén le ofrecen aceitunas de tapa, por algo estamos en la tierra de los olivos (y del oro líquido); también de las migas, como las de La Barra, en la calle Cerón, aderezadas con chorizo, pimiento verde, tocino, etc. Esta y otras callejuelas cercanas, como la de Francisco Martí Mora, Arco del Consuelo y Bernardo López, son todo lo que necesitas para darte un homenaje en la ciudad andaluza. Bonus Track: la plaza Dean Mazas te servirá para empalmar cerveza con copazo y conquistar la noche.


Calle Granada, Málaga

La infinita calle Granada tiene tapas castizas para todos los gustos: más tradicionales en La Campana (bordan las frituras, como las crujientes gambas en gabardina o las deliciosas berenjenas con miel) y reinventadas con un toque de autor en El Pimpi, bodega fundada en 1971 que ofrece productos y vinos de la tierra (prueba el ajoblanco cremoso con fruta de temporada y el surtido ibérico). Con una parada en cada restaurante de esta conocidísima calle estarás comido ¡y casi cenado!


Plaza de San Martín, Cádiz
Para conocer Cádiz es imprescindible patearse El Pópulo, sus arcos, sus murallas y sus posadas. Antiguo barrio de marineros, deprimido en los 80', El Pópulo hoy se ha convertido en el mejor lugar para tomar unas copas por la noche y escuchar buena música sin perder autenticidad y sabor. Dentro del barrio, nos gustan todas las calles, pero la placita de San Martín tiene su nosequé; también las gambas fritas de la Taberna Baco. Ahí confluyen la calle de la Posadilla y la calle del Mesón (los nombres ya son significativos), con sitios tan especiales como el mesón de la Posadilla ahí mismo.


Centro Histórico, Jerez de La Frontera

Jerez tiene una de las mejores hostelerías de Andalucía, y los vinos de esta tierra son los que dan la vida a esta encantadora ciudad. Si accedes al centro por la calle Porvera tienes varias opciones como El Rincón Granaíno, el nuevo restaurante mejicano TacoTeka o el siempre aciertado Roneo, donde se puede encontrar una excelente cocina de producto a una muy buena calidad/precio. Ya en la Alameda de Cristina es casi parada obligada El Bar Cristina o La Notaría, ambos bares concurridos y con muy buen ambiente. En la calle Larga, la Moderna nunca defrauda, además de tener varias opciones de los vinos de Jerez, no solo por tipos sino por marcas - algo que se agradece. Si vienen a Jerez, intente tomar algo ahí. Es un bar auténtico de la ciudad. En la calle Algarve, junto a la calle Conde Cañete del Pinar está el emblemático Tabanco Plateros donde degustar una excelente selección de vinos de Jerez, generosos de otras localidades del Marco y vinos de la Tierra de Cádiz, además de tapas tradicionales y producto de la provincia como el queso de cabra payoya. Un poco más abajo, haciendo esquina con la calle Remedios se encuentra La Esquinita de Algarve un lugar muy concurrido tanto para el mediodía como a la noche. Un lugar donde poder disfrutar de vinos de Jerez, tapas de siempre como la ensaladilla o el montadito de pringá o disfrutar de una copa por la noche. En la calle Remedios también se encuentra el Mesón El Asador, con un buen salón y terraza. En la Plaza del Arenal se encuentran la Taberna de Jerez, y la Antigua Cruz Blanca. Ambos sitios buenos para tapear. También está la Marujona, en la esquina entre la calle Caballeros y la calle San Miguel. En la zona de San Pablo, los tabancos Las Banderillas, el propio San Pablo o Chicuelo - que más restaurante, son buenas opciones. Tomando calle Corredera encontramos en calle Pedro Alonso El Trastero. Otro buen sitio para disfrutar de vinos de Jerez y tapas, especialmente con atún. Como tiene pocas mesas, lo mejor es llamar para reservar. Sin salir del centro, saliendo de la calle Empedrada y junto al monumento de Lola Flores se encuentra A tu VeraCocina de calidad y buenos vinos. Acierto seguro. Igualmente, en plaza Plateros está Casa Gabriela, la que de vez en cuando también tiene una programación especial de catas maridadas en su misma terraza. Allí, en plaza Plateros también Mantequería El Espartero, un lugar para no perderse. De la misma manera, otra recomendación es la El Escondite situado, muy cerca de allí, en la plaza del Progreso. Ya casi en la salida del centro, en la calle Arcos, junto a la Iglesia de los Desamparados se encuentra Los Monos, un restaurante donde comer de tapas y disfrutar de los buenos vinos de Fernández Gao ya que el local está situado dentro de la propia bodega jerezana. 


Calle Pablo Rada, Huelva

El tapeo onubense es de pago, de tapa a elegir, de un precio medio de 3-4 euros y de un tamaño generoso. También está la opción de raciones y medias raciones. La costumbre no es rondar por los bares sino más bien de sentarse en uno y a darle sin parar. La variedad y el buen tiempo, que permite el disfrute de las terrazas buena parte del año, ayudan a esta costumbre de apalancarse en el mismo local. Hay muchos bares por toda la ciudad pero la mayor concentración se da en el dos zonas del centro: en la calle Pablo Rada, con mucha terraza y mucho local polivalente de los que se levantan para almuerzos, luego vermú, comida, café, copas y cenas. Todo en uno. Y en la zona centro, por múltiples callecitas por los alrededores de Plaza de las Monjas. Entre los mas reconocidos de la Ciudad están el Marina Siete, Portichuelo, Azabache, Pepe de La Rosa, y Cervecería La Ría.


Calle Jovellanos, Almería

Desde 1870 lleva la calle Jovellanos dando guerra en esto del buen comer gracias al Bar Casa Puga, que se estableció allí entonces y no ha dejado de servir tapas ancladas al territorio, como la mojama de atún con almendras, la palometa ahumada o el pescado frito del día, entre otras. No obstante, muchos otros locales también harán las delicias de aquellos que busquen llenar el buche con manjares de la tierra, El Jurelico y La Plazuela entre ellos.


Plaza de Abades, Córdoba

Córdoba le pasa como al resto de ciudades andaluzas: son el reino del tapeo (lo inventaron ellos) y elegir cuesta. Podríamos marcarnos una ruta de plaza en plaza, desde la de las Tendillas, continuando por la de la Corredera, siguiendo hacia la de las Cañas, hasta llegar a la de Abades, un lugar encantador en la Judería (ese barrio lleno de recovecos en donde nos queremos quedar todo el día), con terrazas muy animadas, como la de El Barón, donde lo mismo te sorprenden con un caldo casero, un pisto de verduras o un potaje garbanzos.


Calle Navas, Granada

Elegir una sola calle donde tapear en Granada es difícil, puesto que callejeo y tapeo son dos de los grandes placeres de la ciudad andaluza. Quienes vamos desde grandes ciudades, además de maravillarnos de su economía (esas increíbles tapas granadinas van incluidas en el precio), lo hacemos con su belleza (¡ojo! al Kiosko Las Titas, a la orilla del río y rodeado de los Jardines del Genil). Las calles Navas, San Matías, la de Elvira o la Plaza Nueva son algunas de las que forman parte de cualquier ruta imprescindible. Algunos de bares más clásicos están en la calle Navas. Uno de ellos es Los Diamantes (calle Navas, 28), donde te recomendamos su pescadito si el bolsillo te permite esta incursión (paciencia porque está siempre lleno).


PAÍS VASCO


Calle Diputación, Bilbao

En Bilbao es difícil decidirse por solo una calle, así que vamos por partes: la de Santa María, en el casco viejo, con el magnífico Irrintzi y el propio Santa María, puntúa muy alto. En la zona de Diputación (metro de Moyua), destaca sobre todo El Globo (pide el txangurro gratinado o el cremoso de tortilla trufada sobre una rebanadita de pan). Por último, en García Rivero (cerca de la plaza de Indautxu), también tendrás donde elegir: los bares se cuentan por decenas. La barra del bar Gaztandegi está repleta de pintxos elaborados con distintas variedades de queso.


Calle 31 de Agosto, San Sebastián

Ya sabemos que los pintxos donostiarras son gastronomía elevada a niveles de culto. Pero si, además, tenemos en cuenta que el New York Times eligió la calle 31 de Agosto como una de sus favoritas en Europa, entonces confirmamos que ahí es donde tenemos que estar. Bares como La Cepa, Gandarias o La cuchara de San Telmo son solo tres nombres de una larga fila de tabernas donde disfrutar de lo lindo de pintxos + zuritos (la unidad básica de la alimentación donostiarra), de la gente paseando por lo Viejo, y de la cercanía, cómo no, de la playa de La Concha. Fuera de esta zona no debemos de olvidarnos del que está considerado como uno de los mejores bares de tapas de España: hablamos del Bar Bergara, en El Barrio de Gros de la ciudad, con una de las mejores ofertas de pintos fríos y calientes, muchos de ellos premiados en concursos de tapas. Un lugar de visita obligada para los foodies.


Calle Prado, Vitoria Gasteiz

¡Pintxos, pintxos, pintxos! En Vitoria Gasteiz saben de eso un rato, y en la calle Prado, todavía más. No se te ocurra pisarla sin probar el de tortilla de Senén en el Sagartoki, adorado por todos. Su chef, Senén, ha sido ganador del premio a la mejor tortilla de patata de España, y junto con su equipo batió el récord a la más grande del mundo en 2014. Además, a los fans del tardeo les gustará saber que los sábados cuentan con la música en directo de un dj residente.


GALICIA


Calle de la Barrera, La Coruña
La calle de la Barrera
 destaca en La Coruña por sus múltiples barecitos (La Gula, Surrey, Lola & Cía, Tapa Negra) e incluso por sus actividades de ocio promovidas por los propios hosteleros. La ruta sigue por la ‘zona de los vinos’, también llamada barrio de la Pescadería (prueba los calamares fritos del Mesón el Serrano y las croquetas y zamburiñas de la Taberna da Galera), que continúa por las calles Franja y Galera. Para quienes quieran una apuesta algo más tradicional, la calle Olmos es una zona excelente.


Rúa do Franco, Santiago de Compostela

En Santiago de Compostela, la Rúa do Franco no es solo una de las calles más míticas de España y del mundo entero, donde peregrinos y tiendas de souvenirs comparten espacio vital. También acoge una insospechada (y favorita) ruta del tapeo: este París-Dakar no tiene que ver nada con los coches ni con el desierto. Básicamente une dos bares con esos nombres, entre los que hay otros cuarenta, mas o menos, pues siempre he perdido la cuenta, y consiste en ir peregrinando de bar en bar, parándose en cada establecimiento a tomarse una taza de ribeiro. Una proeza mucho más heroica, si cabe, que la de lograr La Compostela. La tapa de cortesía suele estar incluida en muchos de ellos para aguantar y acabar el rally manteniendo la compostura y el equilibrio.


Rúa Pardo Baixo, El Ferrol

La rúa Pardo Baixo es una de las calles más populares de Ferrol para conocer la gastronomía gallega. Se extiende a lo largo de más de 700 metros y en ella, turistas y locales pueden encontrar numerosas opciones para recargar energías. Está a un paso de la Praza do Callao y muy cerca de la zona del Puerto, que también cuenta con un gran número de establecimientos. La hoja de ruta de cualquier persona que quieran conocer los mejores bares de tapa de la ciudad debería incluir una parada en el mítico restaurante Zahara. Su tortilla de huevos camperos es una auténtica delicia, aunque también disponen de otras opciones irresistibles, como su ensaladilla rusa, su caldo gallego de estilo tradicional o su espectacular combo de tortilla y ensaladilla. En la rúa Pardo Baixo también se ubica O Café da Vaca, un acierto seguro con casi 30 años de experiencia; Cervecería Pardo, un local con mucho acento gallego en el que degustar pulpo y chipirones a la plancha, zamburiñas y gambas crujientes; y Casalexo, con una cocina honesta, basada en productos locales, de extraordinaria calidad, y una amplia carta de vinos. Para tomar unas tapas, El Jardín y A Pousada da Galiza Imaxinaria también son buenas opciones. Además, en Biquiños Doces puedes poner el broche final, con una selección de dulces con los que se te hará la boca agua. O si lo prefieres, puedes continuar la tarde en el pub Apotheka. Otros lugares de Ferrol para tapear son la calle del Sol y la zona del Puerto. Si vas a tapear a última hora del día y tienes ganas de fiesta, puedes ir a la calle Magdalena. 


Praza do Campo, Lugo

Un lucense, para “ir a tomar os viños” –que no es otra cosa que ir de bar en bar en busca de la tapa preferida con la que acompañar la bebida–, no necesita nada más que la Praza do Campo y sus rúas cercanas (Nova, Cruz, etc.)… bueno, quizás sí, las terrazas de la zona de Campo Castelo cuando hace buen tiempo. 


Plaza del Hierro y aledaños, Ourense

La zona de los vinos esta en el centro histórico de la ciudad, próxima a la Catedral. Desde la Plaza del Hierro parten la Calle Viriato (Bar Orillas, Taberna do Meigallo, Bar Eironcillo con sus afamados calamares, Bar Fuentefría, conocido por sus ahumados, y A Casiña do Pulpo. En la Calle San Miguel nos encontraremos en el Gastro Bar San Miguel, el Bar La Bravam el Monterrey, y el Mesón de María Andrea. En la pequeña Plaza Eironciño dos Cabaleiros se encuentran O Lar da Sábela y O Rey do Xamón. En la Calle Lepanto se sitúan O BaralleteA Saia da CarolinaLas Tapitas de MarianO ComellóO PoteO Enxebre, el París (carta de Arepas), A Nosa Taberna y O Cogumelo (Champis con langostinos).


Plaza de la Leña, Pontevedra
Situada en el casco antiguo de Pontevedra, la plaza de la Leña es una de las más emblemáticas y pintorescas de la ciudad, con sus casas tradicionales con soportales de piedra y balcones de madera. Una arquitectura gallega que nos hace sumergirnos en la historia de la región, pero también en su gastronomía más auténtica, pues en sus bajos y locales encontraremos todo tipo de tapas: tradicionales, como las sardinas asadas del bar Rianxo, o creativas, como las que prepara en Loaira Xantar el chef Iñaki Bretal, también al frente del vecino restaurante Eirado da Leña, con una estrella Michelin.


Plaza de la Iglesia, Vigo

Si pensamos en Vigo con nocturnidad (o diurnidad) y alevosía, sabemos que la ruta perfecta debe transcurrir por el Casco Vello, el lugar donde nació esta ciudad industrial, con fama de fea la pobre, que sin embargo reivindicamos. Todo su caos de callejuelas es destino obligado para las cañas y el tapeo. Entre ese caos (entero recomendable) hoy nos detenemos en la plaza de la Iglesia, donde el buen ambiente está asegurado y lugares como La Colegiala nos tientan con la promesa de un delicioso choripán y un vinito para acompañar.

LA RIOJA


Calle del Laurel, Logroño

Tapear en Logroño es un placer y una tradición. Aquí no hay prisa ni relojes sino un bar cada dos metros. Las cuadrillas de amigos recorren la calle del Laurel, epicentro del tapeo, eligiendo la especialidad de cada local: hay más de una veintena, con creaciones clásicas o evolucionadas, desde la tortilla de patata del Asador El Tahití, una de las mejores de España, o el champiñón con gamba del Soriano hasta el Pincho Tío Agus del Bar Lorenzo Tío Agus o las patatas bravas del Bar Jubera. Estos son nuestros favoritos, pero tú puedes ir de bar en bar buscando el tuyo.


ISLAS CANARIAS


Calle Mayor de Triana, Las Palmas de Gran Canaria
El modernismo invade las fachadas de la calle Mayor de Triana, el barrio de moda en Las Palmas de Gran Canaria; y últimamente también su gastronomía, en la que no es raro encontrarse un poke, una gioza o un bao. Aun así, los más clásicos no han de desesperarse, ya que siempre les quedarán esas otras tapas que forman parte ya de la idiosincrasia de la isla: desde unas papas con mojo rojo hasta un contundente rancho canario. Apunta los nombres de los bares y restaurantes que nunca defraudan: La Travesía de Triana, Patamig y La Coqueta de Cano.


Santa Cruz de Tenerife

El tardeo en Santa Cruz. Cómo les gusta a los tinerfeños ese concepto. ¿qué es lo que hace que el tardeo por Santa Cruz sea tan especial? Una práctica tan extendida por todo el territorio nacional, aquí se hace diferente por muchos motivos. El primero, el maravilloso clima que disfrutamos durante todo el año. ¿Quién puede resistirse a eso? Pero ahí no acaba la cosa. En realidad es el buen ambiente y la tranquilidad de las calles las que invitan a pasar unas horas distendidas tomando algo, disfrutando la amplia oferta que ofrece la restauración de Santa Cruz de Tenerife. Lo primero que busca todo amante del tardeo en Santa Cruz son las terrazas como Volcano Café BarEstación MarítimaLos ParagüitasKarlsan o el Kiosco El Príncipe. La oferta es amplia y el éxito visible gracias al ambientazo que se respira a partir de las 6 de la tarde. En cada rincón, de cada zona de la ciudad, aguarda una buena mesa donde pararse y disfrutar el ritmo de calles, plazas y parques. Las tapas, las reinas del tardeo, son imprescindibles. Bocaditos de gloria o platos para compartir que sientan fenomenal, como las que ofrecen Santo PecadoBluefin PlazaStrasse ParkLa MordiditaLa Tahona Bar de Tapas, Wine&Cheese,  Bar Taberna Ramón, La Sureña, La Mordidita, Grastromag Auditorio de Tenerife, Tasca La Rebotica, Tasca La Montería La Santa son ejemplos a pedir de boca para disfrutar de este momento de cada día.


ASTURIAS


Calle Gascona y plaza del Fontán, Oviedo

A los carbayones (ovetenses) les encanta quedar en la calle Gascona, también conocida como Boulevard de la sidra, para tomar unos culines de este elixir de la vida elaborado a base de manzana. Pero es la plaza del Fontán (oficialmente de Daoíz y Velarde) la que llama la atención de los visitantes por su peculiar arquitectura (antiguamente era utilizada como corral del comedias). Irás a Casa Ramón por sus pinchos y te quedarás ('fartuco') con su fabada y cachopo.


De Cimadevilla a la plaza del Carmen, Gijón

Tapear en Gijón puede ir de la mano de un culín de sidra, aunque las cañas o los vinos son también opciones muy recurrentes en el tapeo asturiano. Podemos encontrar bares de tapas en Gijón en muchos puntos de la localidad, pero muchos de ellos se concentran en las zonas más transitadas. Entre Cimadevilla (el barrio pesquero de la ciudad) y la zona céntrica se concentran los más transitados y populares. La Sartén,(Plaza de San Miguel), Dosmasuno Gastro, El Feudo,


COMUNIDAD VALENCIANA


Calles de Ruzafa, Valencia

En Ruzafa, el ‘soho’ valenciano, vibra la cultura del tapeo: Carrer de Cuba, de Sueca, de Cadis y alrededores son las visitas imprescindibles. No pierdas de vista el clásico esmorzaret valenciano, que se toma mejor que bien en el Mercado de la Tapinería, en la calle del mismo nombre.

¡Ah! Y no te vayas de Valencia sin probar las tapas de Casa Montaña, una bodega tradicional en el barrio marinero de El Cabanyal, nombrada el año pasado Mejor Bar de Vinos de España en los IWC, en la que pedir unas habas estofadas, unas patatas bravas de secano de los Montes Universales o unas alcachofas a la plancha de temporada.


Plaza del 25 de Mayo, Alicante
Lo clásico en Alicante es tapear en la calle Castaños. Pero, desde hace una temporada, el sitio donde está todo pasando es la plaza del 25 de Mayo, junto al Mercado Central. Hordas de alicantinos acuden allí al mediodía a ‘tardear’ y, por la tarde, se desplazan hasta Castaños. El plan perfecto consiste en adquirir tu tapa y tu cervecita en el mercado y luego salir a disfrutar del sol y el buen rollo callejero.


Las Tascas, Castellón de La Plana

Esta es la única zona de tapeo de castellon en la que se puede beber en la vía publica, son tan solo cuatro calles peatonales formadas por varias tascas en las que sirven una gran variedad de tapas, vinos y cervezas.Situadas en el centro de Castellon, cercanas a la zona de tiendas y por la noche a la zona de pubs para continuar el copeo allí. Es recomendable probar la "zurra" bebida popular compuesta de licor de limón (creo) en la tasca el mejillón, lo preparan artesanalmente ellos y disponen de botellas contadas, por eso hay que acudir pronto! se bebe en pequeños vasos. En la tasca La Guindilla de lunes a miércoles con tu consumicion puedes elegir una tapa caliente, y en La Tasqueta sirven cubos de quintos a muy buen precio así como unas excelentes patatas a lo pobre. La tasca ernesto ofrece unos deliciosos montaditos, y recomiendan el de berenjena, queso y huevo de codorniz con aceite de modena ¡ buenisimo!


ISLAS BALEARES


Calles de Santa Catalina, Palma de Mallorca

Te invitamos a localizar el mercado de Santa Catalina, ubicado en la Plaça de la Navegació del redescubierto barrio marinero de Santa Catalina, y pivotar de carrer en carrer en busca de la tapa perfecta. Si quieres algo más concreto, apunta: calle peatonal de la Fábrica.


Dalt Vila, Ibiza

El casco antiguo de Ibiza, conocido como Dalt Vila, es una de esas zonas de la isla donde perderse entre bar y bar probando las mejores tapas de Ibiza. Por cada una de sus calles estrechas, podrás encontrar una amplia selección de restaurantes y bares de tapas que fusionan tradición con vanguardia. Donde podrás degustar y probar cada plato típico de la zona. 

Entre tapa y tapa, los turistas podrás explorar la zona, donde están las antiguas murallas y fortificaciones que rodean el caso antiguo. Si se busca una zona para tapear, pero que sea más tranquila que el centro de Ibiza, la solución es Santa Eulalia del Río, un destino ideal para los que buscan una experiencia más relajada. Con su encantador paseo marítimo y su ambiente tranquilo, esta pintoresca ciudad ofrece una selección de bares y restaurantes donde los visitantes pueden disfrutar de tapas junto al mar. Desde los clásicos platos de pescado y marisco hasta las innovadoras creaciones de la cocina mediterránea, Santa Eulalia del Río ofrece tapas por y para todos los gustos. 


CATALUÑA


Calle Parlament, Barcelona

La calle Parlament, en Barcelona, ha pasado de ser una calle anónima hace unos años a estar on fire. Esta callecita que une el Raval con el Paral·lel es ya no solo uno de los lugares imprescindibles del molón barrio de Sant Antoni, sino también de la Ciudad Condal. Aquí los locales modernos se combinan con otros de corte más clásico, y comer a gusto es posible a todas horas del día: desde el desayuno o el brunch dominical hasta el aperitivo que se extiende hasta la tarde o la cena. El bar Calders (y sus libros del autor catalán) es uno de nuestros favoritos.


Plaza del Forum y Plaza de la Font, Tarragona

Las mejores zonas para tapear están principalmente en el centro donde hay dos plazas con mucha concentración de bares. Una en la parte alta, en la Plaça del Fòrum, y otra en el Ayuntamiento, en la Plaça de la Font. Una delicia de plaza con casi 20 locales y donde hicimos nuestra parada. En la ciudad el concepto tapa es variable, dependiendo del local, siempre es de pago y en la mayoría es similar a una media ración.


Lleida

En Lleida no hay una zona de tapeo como tal a la que acudan habitualmente sus ciudadanos. Puede que sepamos algo del tapeo de esta ciudad cuando haya tenido lugar el Anem de Tapes 2024, su primer concurso de tapas que se celebrará entre el día 7 y el 20 de Noviembre. En esta primera edición participan casi 20 establecimientos que ofrecerán sus creaciones acompañadas de una caña o una copa de vino a un precio muy popular: 2,5€. Tapear, salir y conocer mejor la oferta de los bares y restaurantes de Lleida con tapas tradicionales y sus especialidades es el objetivo principal de Hostaleria de Lleida. De esta manera se apoya la oferta gastronómica leridana y se hace accesible la consumición a todo el mundo en el entorno de una tapa que invita a ir de establecimiento en establecimiento o a hacer una comida de tres cuatro tapas sin moverse. Los bares y restaurantes participantes son: La Roda de la Sènia, D-Vinis, Bellera, Ilargi, Mr. Nyam-Nyam, Amphora, Cristal, L’Escala, La Bàmbola, Un, Diez x Diez, El Lago, Topkapi, Bonno, L’Antiquari y Nelson.  La oferta en tapas será muy variada. Desde las clásicas bravas, croquetas o ensaladilla rusa al revuelto de patatas con chistorra i pimientos, choricillos con miel o pa de vidre con mosaico de bacalao. Esperemos que ANEM DE TAPES? Permita crear y fijar diferentes rutas para saborear Lleida y compartirla con los amigos y los visitantes.


La Rambla y la Plaza de la Independencia, Girona

En Girona, lo pronto que cierra todo, junto con el precio de algunos locales son dos de los fallos de esta ciudad. Para el tapeo hay, principalmente, dos zonas, una por la Rambla y adyacentes, Mercaders y Plaza la del Vi, y la otra en la Plaça de la Independencia. También es difícil tapear como tal, es decir, el rollo de llegar a una barra, pedir una ronda y al siguiente bar, no se estila mucho. El estilo es más de cenar, de sentado y de ir a un solo sitio, aunque en muchos de ellos haya pinchos y las cartas y la comida son muy apetecibles. En la Zona de Ramblas, están el Artusi y el Non Onclé.


COMUNIDAD DE MURCIA


Plaza de las Flores y zona de las Tascas, Murcia

Universitaria, bulliciosa y alegre, la zona de las Tascas se lleva la palma cuando de tapear y de irse de fiesta se trata, pero más allá de Santa Eulalia existen otros puntos de interés en el centro urbano cargados de bares (y de tapas), como los alrededores de la catedral, de la plaza de Santo Domingo y de la conocida plaza de las Flores, entre otros.


Centro Urbano, Cartagena

Todos los locales que se van a citar están en el centro urbano de Cartagena y se puede ir caminando de uno a otro dando un paseo. El AlbedríoCalle Villamartín 5. Una terraza de lo más agradable para disfrutar de marineras, croquetas y tostas ricas y originales. La Uva Jumillana, un local con mucha solera, grandes barriles de madera en una calle céntrica para respirar un auténtico ambiente de tapeo donde pedir un plato de michirones (otra especialidad cartagenera) y algunas frituras como el cazón, las patatas bravas y las croquetas. Lo encuentras en la Calle Jara. En el Paseo Alfonso XIII se encuentra La Tasca del Tío Andrés, que tiene una zona de tapeo y una zona de salón más serio. Aquí puedes probar el mejor producto de la zona, tanto en carnes como en pescados, es un local más clásico. Aquí no te puedes perder el pulpo a la brasa, de los mejores de la ciudad, y otras tapas riquísimas como el crepe de pato, las alcachofas o la milhoja de rabo de toro. Mención especial a las chuletillas de cordero si te atreves a algo más que un tapeo. En la Bodega La Fuente, es recomendable probar las marineras y las anchoas y los montaditos. El Bar Sol lleva 40 años sirviendo tapas en la Plaza de San Ginés, en el centro de Cartagena. Una carta para todos los públicos con tapas de toda la vida como la tortilla y las marineras de pulpo o el morcón, y tapas más modernas como el flamenquín o en sandwich de Pastrami.


CANTABRIA


Plaza de Cañadío, Santander

Esta plaza que aparentemente semeja un lugar tranquilo (y de día lo es), al caer la tarde, se transforma en uno de los epicentros del tapeo santanderino. La plaza del Cañadío, próxima al Paseo de Pereda, es solo el núcleo sobre el que gravitan un entorno de callecitas, bares, terrazas y pubs (no perderse la Conveniente y Casa Ajero). Y ahora que llega el tiempo, la plaza se llena aún más de gente, puesto que es escenario habitual de propuestas callejeras del Ayuntamiento (conciertos, actuaciones...). Lo dicho: nos encanta la calle.


EXTREMADURA


Calle Pizarro, Cáceres

Cáceres esconde bares con raciones por todas sus calles y nuestro paladar quedará satisfecho al probar los embutidos de la región, la Torta del Casar, la cereza del Jerte, el pimentón de la Vera y buenos vinos, como el Ribera del Guadiana. La calle Pizarro es esa a la que querrías ir todos los fines de semana, con decenas de bares en los que tomar una copa rodeado de los tuyos. Es una zona tranquila, pero entretenida, y en la que, una vez que encuentras mesa, el tiempo parece no transcurrir.


Plaza España y Plaza Alta, Badajoz

En Badajoz se tapea mucho, y prácticamente a todas horas. Como en la mayoría de ciudades españolas, el meollo del asunto está en el casco antiguo, donde nos encanta perdernos por sus callecitas y descubrir rincones baratos no, baratísimos, donde saborear lindezas como un buen salmorejo o embutidos ibéricos.

Las tapas más selectas rondan los 3€ y la ruta imprescindible empieza en la plaza de España, también conocida como plaza de San Juan, sede del Ayuntamiento y la Iglesia de San Juan. A continuación, piérdete sin rumbo, de bar en bar, de tapa en tapa, y no dejes de pasar por la calle Felipe Checa, otro de los must del tapeo en la ciudad. Remata la faena tomando una foto (y una copa) en la terraza de la recién remodelada Plaza Alta.


NAVARRA


Calle San Nicolás, Pamplona
Pamplona no es Mordor y hay vida más allá del 7 de julio y la Estafeta. También en Lo Viejo, como llaman los navarros a su casco antiguo, la calle San Nicolás es la ruta del tapeo (perdón, del pintxo) de los pamploneses (además de otras escapadas gourmet más de mesa y mantel que quieras hacer). Ponte morado con sus pintxos de chistorra, sus fritos de huevo y sus croquetas de hongos, maridados con un typical zurito.


miércoles, 14 de agosto de 2024

Luces y sombras en este mes de Agosto de 2024 para la Adega Moraima

 Viticultura

Adega Moraima. Barro (Pontevedra)

Este mes de Agosto de 2024 permanecerá en la memoria de los viticultores de la Adega Cooperativa Viña Moraima a lo largo del tiempo por dos noticias, una buena y una mala, acaecidas ambas hace unos días.

Primero la mala. Como denuncia la propia Adega en una carta abierta dirigida al saboteador o saboteadores, en la noche del 1 al 2 de agosto pasados, una o varias personas desconocidas (por ahora) cortaron por la mitad del tronco casi la totalidad de las cepas de una de las viñas mas antiguas de la Adega y de Galicia. 

Se trata de una parcela de aproximadamente 7000 metros cuadrados que estaban recuperando, manteniendo las cepas viejas existentes (algunas de ellas centenarias) en producción, y con una nueva plantación de Albariño y Caíño. No se trata solo de que perdieran esta cosecha, lo cual ya de por sí es una pérdida importante para una pequeña bodega como Viña Moraima, sino también por la imposibilidad de recuperación total de la viña para los próximos años. 

Para Alejandro Paadín, Consultor de viticultura y Director Técnico de Paadín Eventos, "este sabotaje a las viejas viñas de Moraima es un ataque al Patrimonio Vitivinícola de Galicia, con una pérdida irreparable de unas viñas de mas de doscientos que ya no tienen posibilidad de recuperarse, y en que incluso variedades autóctonas en fase de recuperación pudieron verse afectadas". Sabían los saboteadores como hacer el mayor daño posible sin posibilidad de recuperación, pero este no es un daño a una Adega o a sus viticultores en concreto, es un daño al Patrimonio Natural de Galicia y de toda España.

Foto: CSIC

En este momento, los cooperantes calculan que el daño económico causado por el atentado realizado sobre la viña puede superar los 100.000 euros; en especial, en lo que respecta a las cepas antiguas, ya que estas son insustituibles, la perdida tiene un valor incalculable. Los saboteadores no son conscientes de la importancia del daño causado con lo que acaban de hacer, porque no solo de dinero se está hablando. La cepa es fuerte, resistente, se adapta a las condiciones en las que le toca vivir, estación tras estación, año tras año. La cepa es memoria, es sabiduría, es historia. Pero también es frágil, y basta un corte para que todo desaparezca para siempre. 

Desde Galicia Gastro deseamos que cuanto antes sean identificados y detenidos los responsables de esta tropelía, y sean llevados ante la justicia para que paguen por el daño causado.

La buena es que por fin la Adega Moraima y el resto del sector de la DOP Rías Baixas, ya pueden elaborar vinos con la uva de la variedad Ratiñouna variedad blanca y autóctona, sin coincidencia genética con ninguna otra identificada, y que es casi desconocida, pero que antiguamente se cultivaba de manera amplia en la comarca de Pontevedra y en otras zonas de la provincia bajo nombres como Carrajento (O Rosal) y Blanca de Cabanelas (O Salnés), hasta su práctica desaparición por enfermedades y plagas a finales del siglo XIX.


Con la presentación de “Mausiño 2015” aquel día de Diciembre de 2016 en el Pazo da Crega, en Barro, del vino elaborado a partir de la variedad Ratiño (catalogada y localizada en determinadas microviñas con cepas muy antiguas que se localizan en el municipio de Barro), la cooperativa Viña Moraima culminó en aquel entonces un proyecto de vinificación experimental que se prolongó durante años. La producción de este vino se limitó a 500 litros y puso en valor el potencial enolóxico y de futuro de esta variedad autóctona.

Acto de presentación del Vino Mausiño en el Pazo da Crega en Barro (Dic "016)

En el acto de presentación, Roberto Rivas, socio fundador de Viña Moraima y uno de los impulsores de este proyecto de vinificación experimental, definió “Mausiño” como un vino “con mucho cuerpo y estructura en boca” y “con unas notas muy particulares que lo diferencian del resto de variedades conocidas”.

La producción de “Mausiño”, que en aquel entonces no se  comercializó por tratarse de una clase de uva no incluida aún en el catálogo oficial de variedades, se enmarcó en un proyecto de vinificación experimental cuya misión principal consistió en probar la aptitud enológica de la variedad Ratiño, identificada desde hacía muchos años por la Misión Biolóxica de Galicia (CSIC), en el marco de los estudios de recuperación y caracterización de antiguas variedades de uva de Galicia y Asturias. 

El proyecto pretendía, además, comprobar las características organolépticas que ofrece la variedad Ratiño y constatar su potencial enolóxico.

Para su elaboración, el equipo de enólogos de la cooperativa, integrado en aquel entonces por Cristina Yagüe y Roberto Taibo, comparó el comportamiento de la nueva variedad con la del Albariño. “En base al conocimiento y manejo del Albariño que poseemos y a las características que presenta la uva ratiño, hicimos una elaboración pensando en esta variedad”, señalaba  la enóloga Cristina Yagüe.


Apuesta por la diferenciación

Aunque Galicia se distingue ya por su amplia riqueza varietal en el ámbito vitivinícola, “recuperar variedades autóctonas tiene una importancia mayúscula pues permite seguir ahondando en la diferenciación de nuestros vinos y abrir nuevas posibilidades comerciales”, consideraba la enóloga de Viña Moraima. “Además, esta recuperación tiene un componente etnográfico y también un valor sentimental muy relevante”, añade.

La elaboración de “Mausiño” fue posible gracias al trabajo de investigación del equipo enológico de Viña Moraima en colaboración con la Misión Biológica de Galicia, y el centro del CSIC en Pontevedra, que transfirió material vegetal a los técnicos de la cooperativa al tiempo que les asesoró sobre determinados aspectos de esta variedad. Además, dada a adscripción de Viña Moraima a la D.O. Rías Baixas, fue necesario solicitar la autorización del Consejo Regulador para vendimair y elaborar un vino a partir de una variedad no amparada.

Ahora, ya en 2024, puede recibir el sello de calidad y origen de la DO Rías Baixas, uno de los objetivos de esta Adega, a la que podrían sumarse otras interesadas en su plantación a gran escala. El trámite concluía hoy con la publicación en el DOG de la resolución de la Consellería de Medio Rural mediante la cual se informa favorablemente la modificación de sus pliegos de condiciones para incluirla en el listado de uvas amparadas. También otros cambios, como los requisitos obligatorios de mezclas de variedades para varias tipologías de vinos: los Rías Baixas Rosal, los Rías Baixas Salnés y los Rías Baixas Ribeira del Ulla.

Sobre Viña Moraima

Surgida en el año 2006, la cooperativa Viña Moraima agrupa 12 socios que vienen cultivando tradicionalmente las viñas heredadas de sus progenitores. Se trata de viñedos que se caracterizan por su antigüedad ya que, en algunos casos, superan los 100 años de edad. La cooperativa elabora vinos a partir de las variedades Albariño y Caíño Tinto cosechadas en 14 hectáreas de terreno que se localizan en el municipio de Barro y comercializados bajo las marcas Moraima Albariño, Moraima Caíño,  Aba de Trasumia, a los que pronto se sumará el deseado Mausiño.

Carmen Martínez Rodríguez (CSIC). Jefa del Grupo de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia

También por ultimo, queremos felicitar desde Galicia Gastro a los cooperantes de la Adega por haber protegido y cuidado este tesoro de la varietal Ratiño, a los profesionales de la Adega, a sus socios fundadores, a la que fue su enóloga Cristina Yagüe, y a los investigadores de la Misión Biológica de Galicia y del CSIC, especialmente  a su investigadora Carmen Martínez Rodríguez por su esfuerzo investigador de décadas. 

Carmen Martínez Rodríguez, investigadora científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y jefa del Grupo de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia, dedicó muchos años al estudio de la variedad, recopilando datos para facilitar su reconocimiento e introducción en el listado español de variedades de vid de interés comercial.Tanto esfuerzo ha merecido la pena, aún a pesar de quienes se dedican a sabotear el trabajo de los demás, causando daños irreparables. Enhorabuena de nuevo a todos (a excepción de los saboteadores, claro).

jueves, 27 de junio de 2024

Las guerras del aceite de oliva

Álvaro Merino 

La recogida de la aceituna

Italia convenció al mundo de que era el rey del oro líquido vendiendo aceite español, pero ahora España se ha adueñado del 'made in Italy'.


“Habría sido más lógico que algún español se fuera a Italia a vender y no que un italiano viniera para acá”.


Con camisa de flores y gafas de pasta, Leonardo D’Errico, un italiano afincado en España desde los noventa, repasa su trayectoria rodeado de muestras de aceite y cornamentas que decoran las paredes de su oficina en Torredonjimeno (Jaén). Su historia es también la del comercio de aceite de oliva: la de una poderosa industria italiana que construyó un imperio basado en la producción masiva de España pero que ha visto cómo su vecino despertaba hasta hacerse con los mandos de la exportación mundial.


Él es un corredor de aceite, un intermediario que pone en contacto a comercializadores con almazaras. Italia siempre ha necesitado aceite para exportar, y a España, que en condiciones normales produce cerca de la mitad del aceite de oliva del mundo, le sobra. Ese desequilibrio ha dado lugar a una relación de dependencia por la cual Italia compra grandes cantidades de aceite español, lo envasa con marcas propias y vuelve a venderlo a mayor precio. Y no es un flujo menor: al menos desde los noventa Italia ha sido el destino de cerca de la mitad de las exportaciones españolas, que revende en su inmensa mayoría.


Pero este modelo de negocio se está quedando obsoleto: “Nuestro trabajo ha empezado a disminuir porque los grandes grupos españoles tienen relación directa con los productores”, cuenta D’Errico. En 2023, Italia acaparó solo el 22% de las ventas de aceite de oliva de España, una cifra impensable hace una década, cuando suponía aún el 47%. La cadena comercial se ha acortado y la venta barata a granel vía Italia está dando paso al aceite envasado, la calidad y el valor.


Y a pesar de ello, el sector aceitero español sigue hablando italiano. El oro líquido de Andalucía inunda los mercados internacionales, sí, pero con nombres como Pompeian, Carapelli o Bertolli. El “made in Italy”, advierte Leonardo D’Errico, “es intocable”.




El intermediario de aceite italiano, Leonardo D’Errico, en su despacho de Torredonjimeno (Jaén)


“El que pega primero pega dos veces”


Con 283 millones de olivos, España domina el mercado global del aceite de oliva: en la campaña 2021/22, la última antes de que la sequía tumbara su cosecha, produjo el 44% del aceite del mundo y acaparó el 59% de las ventas internacionales, según datos del Consejo Oleícola Internacional. Italia, mientras tanto, apenas produjo el 10% y exportó el 20%, aunque con un matiz: sus ventas, pese a ser en su inmensa mayoría de aceite español, fueron un 41% más caras, de acuerdo con Eurostat. La marca España hace aguas frente a la italiana.



Producción y consumo de aceite de oliva en la campaña 2021/22 | Fuente: Consejo Oleícola Internacional (2024)


La marca española Carbonell se dio de bruces contra esa realidad a principios de los 2000: aterrizó en Estados Unidos de la mano del grupo Deoleo —entonces llamado SOS y con sede en Córdoba— y se lanzó a la conquista de un mercado en claro ascenso pero monopolizado entonces por Italia. No funcionó. Para los estadounidenses, al igual que para muchos europeos, el aceite es un producto italiano.


Las razones son históricas. En palabras de Teresa Pérez, gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, “España estaba muy bien posicionada antes de la Segunda Guerra Mundial y la dictadura, pero se cerró como mercado y la inmigración italiana hizo de embajadora del aceite de oliva”. El aislamiento español coincidió además con la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE), que en 1957 liberalizó el comercio entre sus miembros y subvencionó la producción agraria, incluidos los olivares italianos. España mientras tanto tenía que pagar aranceles para exportar a Europa.


“El que pega primero pega dos veces”, resume Rafael Pico, director general de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ASOLIVA), una frase que resuena en los despachos de todo el sector. Italia llegó antes y colonizó los mercados internacionales.


Pero su producción está estancada desde los años noventa y apenas le da para cubrir su demanda interna, así que se ve obligada a acudir a la cuenca mediterránea para abastecer a su industria exportadora, que ha triplicado sus ventas en las tres últimas décadas. España es el origen de hasta el 90% de sus importaciones, junto con otras compras en Grecia, Túnez, Portugal, Turquía o Siria.


La reexportación italiana de aceite español llega en formatos como este a los supermercados de todo el mundo.



Con más de 150 años de historia, Filippo Berio es una de las principales marcas de Italia

 

Esta es una de las botellas con las que vende su aceite en los mercados internacionales. A primera vista, parece un producto 100% italiano. Pero en su parte trasera, matiza su origen: «Envasado en Italia con aceites de oliva virgen extra seleccionados de Grecia, Italia, Portugal, España y Túnez».




Este es otro ejemplo, de la marca Colavita, que en su página web presume de ser «sinónimo de excelencia made in Italy en más de setenta países». Esta botella, sin embargo, «contiene aceite de uno más de estos países: Italia, Grecia, Portugal o España«: Sin obligación de concretar los orígenes, otras fórmulas empleadas por las marcas italianas son «aceites mediterráneos» o «europeos».


Mientras Italia se estancaba, la producción española se ha triplicado desde los noventa. La entrada en la CEE en 1986 impulsó la modernización y competitividad de sus olivares gracias a las ayudas de la Política Agraria Común pero también a la apuesta por el cultivo intensivo y de regadío. La consecuencia es que, si antes en España se regaban menos de 100.000 hectáreas de olivar, en 2023 eran ya casi 900.000. La provincia de Jaén ya produce más, por si sola, que Italia entera.



Olivos en España | Fuente: Corine Land Cover (2018)


“España ha hecho una gran labor agronómica e Italia, comercializadora. Nos hemos dedicado a producir barato, a mecanizar grandes extensiones y al regadío”, cuenta Rafael Gutiérrez, director de operaciones de graneles de la cooperativa Dcoop, el primer productor de aceite de oliva del mundo. Con sede en Antequera (Málaga), su compañía exporta cerca de la mitad de lo que produce, principalmente a granel a Italia. Pero Gutiérrez avisa: “Hay nombres italianos, no marcas italianas”.


La propia Dcoop es un ejemplo: ha pasado de ser solo un proveedor de aceite a granel a competir por su comercialización en el extranjero. Para ello ha italianizado sus ventas con Pompeian, marca fundada por emigrantes italianos en 1906 en Baltimore: Dcoop se asoció con ellos en 2015 para vender aceite andaluz en Estados Unidos con su sello y ha acabado convirtiéndose en la marca líder con una cuota de mercado del 20%. “Pompeian se dio cuenta de que necesitaba el respaldo de los productores y ahora presume de tener detrás a 75.000 agricultores en Andalucía. No es solo un intermediario italiano que compra por todo el mundo, y ese discurso ha calado en América”, explica su responsable de ventas a granel.



            Muestras de aceite (izquierda) y bodegas de almacenamiento (derecha) de la cooperativa Dcoop, en Antequera


Algo parecido hizo Deoleo, el mayor comercializador de aceite de oliva del mundo, que mantiene su sede social en España aunque pertenece al fondo de inversión británico CVC Capital Partners desde 2014. Tras el fiasco de Carbonell, cambiaron de estrategia y tiraron de talonario para comprar las marcas italianas Minerva (2005), Friol (2006) y Bertoli (2008). Fruto de esas adquisiciones, aceite producido en Córdoba se comercializa en todo el mundo con nombres como Bertolli, Carapelli o Sasso sin pasar siquiera por Italia.


Para Rafael Pérez, director de calidad de Deoleo, su grupo le ha dado “la vuelta a la tortilla”: “Compramos entre el 70-90% de nuestro aceite en España, lo embotellamos con marcas italianas y lo distribuimos al resto del mundo”. De esta manera, España ha pasado a controlar los pilares de la comercialización italiana y ha aprovechado su tirón comercial para vender más, aunque sea a costa de las propias marcas españolas.


Gracias a esa reconversión, España es desde 2014 el líder indiscutible del comercio de aceite fuera de Europa y desde 2016 en Estados Unidos, que ya es el segundo mayor importador del mundo y pronto se convertirá en el primer consumidor, superando a Italia y España. En México y Asia, mercados emergentes en los que ha competido en igualdad de condiciones con Italia, España prácticamente monopoliza las ventas, mientras que por empresas Deoleo (Córdoba), Dcoop (Málaga), Sovena (Sevilla), Migasa (Sevilla) y Acesur (Jaén) son los grandes protagonistas de la exportación de aceite español.




“Esto no se consigue de la noche a la mañana: todo el beneficio del sector español se ha invertido en tener más plantaciones de olivo, mejores industrias y mayor distribución en los mercados. Has sabido invertir, cosa que el italiano no”, argumenta Rafael Pico, director general de ASOLIVA.


A pesar de ello, Italia sigue siendo el destino de una cuarta parte de las exportaciones españolas, algo de lo que Pico culpa a los agricultores y las cooperativas: “La filosofía de la industria es futuro, margen y marca para crear una cadena de valor para todo el sector, pero a los agricultores y a las cooperativas les da igual, solo piensan en el hoy”.


Cristóbal Cano, responsable de aceite de oliva de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, discrepa. Cano defiende a los agricultores aludiendo a que son los italianos los que vienen a comprar a las almazaras y hacen uso de su “posición de poder” para fijar el precio. Y contraataca: “Es la industria la que piensa en el corto plazo cuando se aprovecha de las marcas italianas sin buscar un cambio que beneficie más a nuestro país”.


La commoditización del aceite


Con 1.842 almazaras y cerca de 400.000 olivicultores, la atomización del sector ha sido una de las grandes piedras en el zapato de la industria española. En el extremo opuesto de la cadena, eso sí, las grandes superficies como Mercadona acaparan tres cuartas partes de las ventas y poseen una gran capacidad de influencia en la fijación de precios en origen.



El mar de olivos de Jaén | Foto: Wikimedia


El tejido productivo cuenta con una fuerte presencia de cooperativas, que aglutinan alrededor del 70% de la producción, pero la cadena pierde densidad en su parte intermedia, la de la comercialización. Justo lo contrario que Italia. Por eso, para dar salida a una producción que suele triplicar el consumo nacional, España se ve obligada a recurrir a la venta a granel, que representa en torno a dos tercios de las exportaciones.


“Ver el negocio por la parte de la producción es un problema, porque cuando hay mucha no sabes qué hacer, y entonces la regalas”, opina Rafael Pérez, de Deoleo. Otros, sin embargo, celebran “la suerte de tener un mercado deficitario» como el italiano que cubre la necesidad de venta de España, como el director gerente de la cooperativa sevillana Oleoestepa, Álvaro Olavarría. Con todo, Olavarría prefiere diversificar su negocio: “El granel es una commodity, depender en exclusiva de él es ponerte a los pies de los caballos”.


Oleoestepa, que cuenta con 7.000 socios y solo trabaja con aceite de oliva virgen extra, ha priorizado este año su negocio de envasado —más rentable— sobre el de granel por la falta de aceituna, así que las ventas a Italia han sido insignificantes. Pero su director gerente lo deja claro: “Si la climatología acompaña, iremos a los mercados internacionales a granel como el italiano”.



Evolución de las exportaciones totales y a Italia de España | Fuente: Eurostat


La apuesta por la calidad y la marca propia es replicada por Aires de Jaén, que exporta entre el 60 y el 70% de su cosecha desde Jabalquinto, solo en formatos envasados. Para Ichun Lin, responsable de exportación de la empresa jienense, “tu negocio vale lo que vale tu marca”, por lo que es importante “dar razones para que te elijan y contar una historia detrás del producto”. “Si mueres en el granel, no aportas valor. Hay que apostar por el producto envasado igual que hizo Italia hace cincuenta años”, sostiene Lin.


Pero la batalla por la calidad no se está decantando del lado español, como demuestra la diferencia de precios o el número de denominaciones de origen: Italia tiene doce más que España. La variedad picual es la más común en España y también la más premiada del mundo, pero si se recolecta más allá del mes de octubre adquiere un sabor que no suele gustar en el extranjero. Y en España, muchos agricultores dejan madurar la aceituna en el árbol en búsqueda de un mayor rendimiento.


“El aceite español hay que corregirlo con otros más dulces. En Italia se suele decir que sabe a pipí de gato, prefieren comprar en Grecia”, cuenta el intermediario Leonardo D’Errico, que acusa al productor español de anteponer “kilos” a calidad. En la misma línea se pronuncia Deoleo: “La calidad media de Argentina y Chile es superior a la de España, por no hablar de la de Italia. Nos falta dar un paso en calidad, no podemos perder este tren”.




Pendientes del cielo


Desde 1990, el consumo de aceite de oliva se ha duplicado en todo el mundo. Pese a ello, el oro líquido aún representa apenas el 1% del consumo doméstico global de aceites vegetales, dominado por los de palma, soja, colza y girasol. El margen de crecimiento por lo tanto es enorme.


La preocupación ahora es la oferta, en opinión de Jaime Lillo, director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional. El olivo necesita menos agua que la mayoría de cultivos, pero “la gran pregunta es cómo se va a adaptar la cuenca mediterránea al cambio climático”. Con lluvias cada vez más escasas y errantes, el acceso al agua será clave para la competitividad de los olivares, especialmente en España, el país europeo con mayor porcentaje de territorio en riesgo de desertificación, el 74%. Mientras, el 31% de sus explotaciones son ya de regadío y los olivares siguen extendiéndose por la ribera del Guadalquivir.


El potencial de producción de aceite de oliva en España es de 2,2 millones de toneladas, si se tiene en cuenta el aumento de las plantaciones desde el pico productivo de la campaña 2018/19, cuando se rozaron 1,8 millones. A pesar de ello, no todos ven con buenos ojos ese escenario. Para Dcoop, de hecho, “la época de vacas flacas vendrá cuando llueva”. Una cosecha récord tumbaría los precios de venta y obligaría a acudir al granel y la reexportación italiana.


Mientras, los agricultores italianos claman contra la «iberización» de su producción olivarera, que nada tiene que hacer frente al modelo «superintensivo y monovarietal» de España. Hace mucho tiempo que Italia perdió la batalla por los números, pero sigue siendo el rey del marketing y se ha aferrado a la calidad de su limitada cosecha. Las guerras del aceite se intensifican a medida que el negocio crece y los desafíos aumentan. De fondo, la marca España sigue al rebufo del made in Italy.


Este reportaje ha sido realizado en colaboración con la European Data Journalism Network (EDJNet), un consorcio periodístico internacional que cubre Europa y temas paneuropeos usando periodismo de datos.

jueves, 13 de junio de 2024

Cocineros de excelencia en España y en el mundo

 Luisondome

Recientemente se publicó una nueva edición del ranking ‘The World’s 50 Best Restaurants’, certamen nacido hace veintidós años como una alternativa a las estrellas Michelin de la mano de la revista británica Restaurant Magazine y hoy a cargo del grupo editorial William Reed Business Media.

La versión 2024 de los “Oscar de la gastronomía” designó al barcelonés Disfrutar como el mejor restaurante del mundo, en una lista cuyo top 10 incluye a otros dos establecimientos españoles, además de uno mexicano, uno peruano y uno argentino.

Tras Disfrutar se sitúa el especialista vasco en parrilla Asador Etxebarri, el parisino Table by Bruno Verjus y el madrileño DiverXO en el segundo, tercer y cuarto puesto, respectivamente, lo que hace que España cuente con tres restaurantes entre los diez primeros.

América Latina vuelve a contar con una amplia representación este año en la lista. Perú tiene un establecimiento en el top ten, Maido (que escaló este año del puesto 6 al 5), y también hay sitio para el mexicano Quintonil (puesto 7) y la parrilla argentina Don Julio (puesto 10).


Fue el 29 de Noviembre cuando la Guía Michelin España anunció en una gala celebrada en Barcelona, las nuevas estrellas Michelin para 2024. En total, 271 establecimientos españoles han sido distinguidos como los mejores del mundo por la prestigiosa guía francesa.

Dos restaurantes más se han añadido al olimpo gastronómico de las tres estrellas, sumándose a ese exclusivo grupo que cuenta ahora con 15 representantes españoles en total. Se trata del restaurante Disfrutar, en Barcelona, con tres chefs al frente —Eduard Xatruch, Oriol Castro y Mateu Casañas—, y Noor, en Córdoba, con el chef Paco Morales. 

El espacio de los biestrellados suma una nueva incorporación, con Daroca de Rioja como escenario de la misma. Se trata del establecimiento Venta Moncalvillo, que se une a otros 31 restaurantes que continúan brillando dentro del rango de Cocina Excepcional.

La categoría de una estrella Michelin, con 224 restaurantes en total, estrena 31 nuevos locales que el próximo año tendrán el honor de servir menús con una distinción culinaria en sus portadas.

En cuanto a las regiones, Cataluña sigue como epicentro culinario, mientras que Baleares y Madrid se mantienen en constante efervescencia, con diversas nuevas incorporaciones a la selección. Andalucía también brilla con más restaurantes galardonados.


martes, 14 de mayo de 2024

Ya tenemos el Top 50´s de las pizzerías europeas

 Luisondome


Acaban de hacerse públicos los nombres de las pizzerías galardonadas en el Top 50 Pizza Europa. Entre los reconocidos están en el top ten, cuatro Ristorantes españoles: dos de Madrid y dos de Barcelona. Ademas se han situado otros tres establecimientos españoles entre los 50 mejores de Europa, ubicados uno el Bilbao (16ª posición), el segundo en Girona en el puesto 38, y el tercero en Alicante en el puesto 41.

No ha estado mal la cosecha de este año, si bien  la pizzería barcelonesa Sartoria Panatieri, dirigida por Rafa Panatieri y Jorge Sastre, que el año pasado lideraba la clasificación, este año ha bajado al segundo puesto.


Esta es la clasificación de las 50 mejores pizzerías de Europa

#1 Napoli on the Road – Londres, Inglaterra
#2 Sartoria Panatieri – Barcelona, España 
#3 Via Toledo Enopizzeria – Viena, Austria 
#4 50 Kalò – Londres, Inglaterra
#5 Baldoria – Madrid, España
#6 Pizza Zulu – Fürth, Alemania 
#7 IMperfetto – Puteaux, Francia 
#8 nNea – Amsterdam, Países Bajos
#9 La Balmesina – Barcelona, España 
#10 Fratelli Figurato – Madrid, España
#11 La Pizza è Bella – Amberes, Bélgica 
#12 Forno d'Oro – Lisboa, Portugal 
#13 Surt – Copenhague, Dinamarca 
#14 Franko’s Pizza & Bar – Zagreb, Croacia 
#15 Little Pyg – Dublín, Irlanda 
#16 Matto Napoletano – Skopje, República de Macedonia del Norte
#17 Demaio – Bilbao, España 
#18 Stile Napoletano – Chester, Inglaterra 
#19 La Piola Pizza – Bruselas, Bélgica
#20 Zielona Górka – Pabianice, Polonia 
#21 Guillaume Grasso – París, Francia 
#22 450°C – Turku, Finlandia
#23 MaMeMi – Copenhague, Dinamarca
#24 Forza – Helsinki, Finlandia 
#24 Malafemmena – Berlín, Alemania 
#25 450 Gradi – Lidingö, Suecia
#25 Odori – Atenas, Grecia 
#26 L'Antica Pizzeria – Londres, Inglaterra 
#27 PEPPO's – Riga, Letonia 
#28 Ciao a Tutti – Varsovia, Polonia 
#29 'O ver – Londres, Inglaterra 
#30 Pop’s Pizza – Lubiana, Eslovenia 
#31 La Manifattura – París, Francia 
#32 Pietra – Belgrado, Serbia 
#33 Arte Bianca – Sagres, Portugal 
#34 Pizza Nuova – Praga, República Checa 
#35 Belli di Mamma – Budapest, Hungría 
#36 Sapori Italiani U Taliana – Bratislava, Eslovaquia
#37 Futura Neapolitan Pizza – Berlín, Alemania
#37 Majstor I Margarita – Belgrado, Serbia 
#38 Gasparic – Girona, España
#39 Margherita Pizzeria – Tallín, Estonia
#40 Dalmata – París, Francia 
#41 Infraganti – Alicante, España
#42 da PONE – Zúrich, Suiza
#43 081 Pizzeria – Londres, Inglaterra 
#43 Kytaly – Ginebra, Suiza 
#44 MOZZ. – Ankara, Turquía 
#45 Lupita Pizzaria – Lisboa, Portugal
#46 ‘naPizzà – Bruselas, Bélgica 
#47 Iovine's – París, Francia 
#48 Villa Severino – Helsinki, Finlandia
#49 ZANO – Iași, Rumanía
#50 Papi Mannheim – Mannheim, Alemania


Fuente: 50 Top Pizza Europa

sábado, 30 de marzo de 2024

El problema de la Guía Michelin con las mujeres. La Edición 2024

Lindsey Tramuta


No debería sorprenderme ni irritarme tanto como cuando Michelin revela cada año su nueva guía. Si tuviera que adivinar, diría que es porque sigo esperando un pequeño milagro de que la organización finalmente se dé cuenta de que, de hecho, *desempeña* un papel activo en la configuración de la industria y las oportunidades para los chefs. Y, sin embargo, cada líder de la guía Michelin (anteriormente Michael Ellis y desde 2018, Gwendal Poullennec) deplora la falta de mujeres y el número limitado de chefs de color que dirigen restaurantes, pero hace poco más que hacer un gigantesco encogimiento de hombros galo en una declaración pública sobre él. 

Ceremonia Michelin 2024 © Xinhua / Xinhua/ABACA. Vea la lista completa de ganadores aquí.

Hace diez días, la guía Michelin premió a 52 restaurantes de Francia con (nuevas) estrellas individuales. Se concedieron tres estrellas al chef Fabien Ferré, de 35 años, que se hizo cargo de La Table du Castellet en el sureste de Francia el año pasado (ahora el chef más joven de Francia que dirige un restaurante de tres estrellas), y a Le Gabriel de Jérôme Banctel en La Réserve de París. donde tuve uno de los almuerzos más memorables de la última década poco después de la apertura del restaurante (y mucho antes de que entrara en el gran libro rojo). Banctel ha dedicado su vida a la cocina, con toda la destreza técnica y el respeto de la industria para demostrarlo. Es un avatar bastante bueno del chef francés Michelin, en la medida en que entendemos lo que Michelin busca defender: formación tradicional, estricto cumplimiento de las reglas clásicas de la cocina francesa, servicio elevado y una serie de otros criterios oscuros.

Este también fue un año con algunos de los nuevos ganadores de premios más jóvenes, lo que sugiere algún tipo de comprensión por parte de Michelin de que necesitaba expandir radicalmente su alcance al considerar talentos emergentes que tal vez no hayan acumulado años trabajando para otras personas en cocinas de alta gama. como era la norma hace 15 o 20 años.

Si bien elogio la diversidad de edades, las mujeres, una vez más, estuvieron lamentablemente subrepresentadas. 

Sólo seis mujeres se encontraban entre los chefs recientemente galardonados de este año y cada una recibió una estrella. La chef Eugénie Béziat, del restaurante insignia del Ritz París, Espadon , fue la única chef que recibió el premio en solitario; las otras fueron premiadas como parte de dúos, principalmente con hombres: Adeline Lesage por Le Nacre cerca de Burdeos, Emilie Roussey por Le Moulin de Cambelong cerca de Toulouse y Florencia Montes para L'Onice de Niza. Una rareza: Manon Fleury y Laurène Barjhoux ganaron juntas una estrella para su restaurante Datil en París sólo seis meses después de su apertura. (Leer más sobre Datil aquí ).

Anticipándose a la reacción ante la ausencia de mujeres en la lista final, Gwendal Poullennec lanzó la esperada declaración de relaciones públicas, denunciando "muy pocas mujeres al frente de las cocinas, mientras que cada vez hay más en las brigadas y en los cursos de formación".

El discurso de Gwendal Poullennec fue seguido por un breve documental (que se muestra en la publicación de Instagram arriba) producido por Vérane Frediani que presenta a un impresionante grupo de mujeres en la industria de la restauración francesa, incluida la única cheffe de triple amenaza de Francia, Anne-Sophie Pic. Hablaron de sus ambiciones dentro y fuera de la cocina, las ideas preconcebidas que perduran sobre las mujeres al frente de la cocina y la necesidad de creer en una misma cuando se sigue esta carrera.

Para mí, transmitir el vídeo me parece un extraño premio de consolación. ¿Debemos entender que la influencia de Michelin no puede extenderse a participar activamente en el establecimiento de nuevos estándares para los restaurantes que buscan estrellas? ¿Que no pueden acompañar a chefs (mujeres o no) que pueden tener una letanía de obstáculos socioeconómicos que superar? ¿Que no pueden aprovechar toda esa influencia, independientemente de si debería existir en primer lugar, con bancos que rara vez invierten en mujeres? Mi instinto fue: un video de mujeres inspiradoras que han logrado el éxito, con obstáculos y todo, no es suficiente. Es un asentimiento, pero no requiere ningún esfuerzo por parte del establishment para lograr un cambio. Hay cientos de restaurantes dirigidos y propiedad de mujeres que tal vez ni siquiera hayan sido examinados por los inspectores de Michelin. ¿Se supone que debemos creer que recorrieron el país haciendo su debida diligencia y solo encontraron seis nuevos lugares dirigidos por mujeres para reconocer?

No lo creo, pero también comprendo la defensa de Vérane de publicar el vídeo en primer lugar.

“Mi razonamiento sigue siendo el mismo: hay mujeres con talento, pero no tienen los medios económicos para perseguir a las estrellas, no tienen los medios para contratar al gerente de restaurante que necesitan, no tienen un marido que las dirija. el administrador de su restaurante gratis, no tienen medios para contratar al publicista que necesitan, no tienen medios para invitar a periodistas a cenar para que escriban sobre su cocina... ¿POR QUÉ? Porque los bancos y los inversores NO invierten en mujeres. ¿Por qué no? Porque no son conocidos ni reconocidos (por LOS GUÍAS). Entonces, ¿cómo salimos de esta espiral? Siempre les he dicho a los responsables de la guía que tenían los medios para ayudar a las mujeres (independientemente de las estrellas) y que no estaban usando su poder de comunicación como podían. Este año lo han hecho, con un vídeo que quería que fuera inspirador, pero que también tocaba los temas... ¡COMPARÁMOSLO! Tienes el poder de cambiar las cosas”. (fuente: publicación de Instagram )

Es mejor que nada, sugieren algunos, pero no creo que otro contenido vaya a convencer de repente a quienes toman decisiones, ya sean dueños de restaurantes, bancos o inversionistas, de valorar a las mujeres y sus talentos si aún no lo han hecho. Y como me dijo un chef galardonado (que prefirió permanecer en el anonimato) después de que se anunciaran los premios: “Si realmente pensamos en el progreso y tratamos de actuar en el mundo de una manera que lo haga avanzar, realmente no No tengo tiempo para las tonterías de Michelin”.

Chefs de la guía Michelin según la IA que generó esta imagen. Disfruto particularmente el…. caras desfiguradas??

Estos premios conllevan una presión tremenda. Eugénie Béziat, cuya cocina es estupenda, se sintió aliviada de no haber conseguido dos estrellas inmediatamente, aunque sin duda se las merecía, por lo que eso significaría para ella y su equipo menos de nueve meses después de abrir las puertas de Espadon. He disfrutado de comidas extraordinarias en restaurantes con estrellas Michelin y de la misma cantidad de experiencias alucinantes en lugares que tal vez nunca atraigan la atención de ninguna institución que otorgue premios.

Mi crítica no se dirige a los jóvenes chefs que sueñan con el reconocimiento de una institución histórica que saben que puede impactar radicalmente su negocio. Más bien, estoy en desacuerdo con un proceso de inspección críptico, la inercia deliberada del grupo en asuntos que impactan a la industria y la virtud corporativa que señala con premios como la Estrella Verde para restaurantes con un compromiso con la sustentabilidad: ¿debemos asumir que los restaurantes con estrellas regulares no lo hacen? ¿Te importa el planeta?

Lo que necesitamos es un cambio sistémico. Necesitamos más instituciones con influencia para romper el monopolio de Michelin y necesitamos un público que esté menos alegremente enamorado del aura de Michelin y dispuesto a criticar a sus guardianes por no estar a la altura del momento. 

Una publicación compartida por@rita.higgins.akar

El artículo ha sido publicado originalmente en Substack