miércoles, 10 de febrero de 2021

Lentejas: si quieres las comes, y si no también


Shutterstock / ArkadijaPhoto
M. Carmen Vidal Carou, Universitat de Barcelona; Mariluz Latorre Moratalla, Universitat de Barcelona y Oriol Comas-Basté, Universitat de Barcelona

2016 fue proclamado por primera vez Año Internacional de las Legumbres por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Desde entonces, cada 10 de febrero se conmemora el Día Mundial de este alimento, que en 2021 tiene como lema “#AmaLasLegumbres por una dieta y un planeta sanos”. Pero, ¿qué tienen las legumbres para merecer tanto protagonismo?, ¿qué explica la evolución desde el dicho “las legumbres dan muchas pesadumbres” a la frase “lentejas: si quieres las comes y si no, también”?

Las legumbres son las semillas comestibles de las plantas de la familia botánica de las leguminosas (Fabaceae). Su consumo está ligado a la especie humana desde el neolítico, cuando el hombre se inició en el cultivo de la tierra. Son alimentos tradicionales en prácticamente todas las culturas del planeta, pero también referentes de modernidad ligada a nuevas o renovadas preparaciones de alto valor gastronómico.

Pérdida de popularidad

El consumo de legumbres a lo largo de la historia ha estado sometido a variaciones por razones diversas, a veces erróneas. A finales del siglo XX se produjo una disminución drástica y progresiva en su consumo, tanto en España como en otros países de los denominados “industrializados”.

A esa pérdida de popularidad contribuyeron varios factores. Desde el tiempo requerido para su preparación –en una época en que la rapidez en la preparación de la comida era un valor apreciado– hasta la falsa creencia sobre su elevado contenido calórico. Sin olvidar las flatulencias asociadas a su consumo, “las pesadumbres” del refranero popular.

Sin embargo, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, el año 2016 significó un vuelco en el consumo de legumbres en este país, que aumentó por primera vez en más de 40 años, una tendencia que se mantiene hasta día de hoy. En 2019 cada español consumió una media de 3,3 Kg de legumbres al año.

La necesidad de aumentar el consumo de legumbres se ha defendido desde todos los puntos de vista. Primero con un objetivo nutricional y de salud humana y, más recientemente, también desde la perspectiva de la salud del planeta. A lo que se suman aspectos clave relacionados con la seguridad alimentaria, el valor gastronómico y, especialmente en las épocas de crisis que nos ha tocado vivir, su valor social.

La alimentación 5S (Saludable, Segura, Sostenible, Social y Satisfactoria) es uno de los grandes objetivos del siglo XXI. Y, para lograrlo, sí o sí hay que contar con las legumbres.

Las legumbres son las semillas comestibles de las plantas de la familia botánica de las leguminosas. v2osk / Unsplash, CC BY

Valor Saludable

El interés nutritivo de las legumbres y sus beneficios para la salud se fundamentan en su elevado contenido en proteínas, hidratos de carbono complejos, fibra alimentaria, minerales, vitaminas y algunos compuestos bioactivos.

En general, las legumbres son los alimentos de origen vegetal con una mayor riqueza en proteínas, que oscila entre el 20 y el 40% en función de la variedad. Es cierto que, en comparación con la proteína animal (carnes, pescados, huevos), la de origen vegetal tiene algunas limitaciones. Presenta déficit en algunos aminoácidos, necesarios para la síntesis fisiológica de nuestras propias proteínas. Y también posee una menor digestibilidad.

Sin embargo, estas limitaciones son muy fáciles de compensar. La tradicional combinación de legumbres con otros alimentos, como por ejemplo, las lentejas con arroz o las recetas de cocidos con distintos tipos de carne, complementa a la perfección la composición aminoacídica, de forma que el conjunto representa una proteína de calidad nutricional óptima. Además, con prácticas domésticas tan simples como el remojo previo a la cocción o, alternativamente, con la elaboración industrial en forma de conservas se mejora significativamente la digestibilidad de las legumbres.

Por su bajo índice glicémico, ínfimo contenido en grasa (a excepción del cacahuete y la soja) y alto contenido en fibra, las legumbres son un alimento idóneo para personas diabéticas o con hiperlipemias, así como para dietas de control de peso. Igualmente, contienen sustancias bioactivas que han demostrado efectos beneficiosos en la prevención de diversas enfermedades por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Por todo lo anterior, las recomendaciones de consumo actuales en nuestro entorno son de al menos 2 a 4 raciones de legumbres a la semana.

Valor en Seguridad

Las legumbres son sin duda alimentos seguros desde el punto de vista de la inocuidad alimentaria. Son productos estables, de larga conservación, que pueden almacenarse, tanto en seco como en conserva, durante meses o incluso años.

En épocas pasadas se dio mucha importancia a la presencia en las legumbres de algunas sustancias que se denominaron “antinutrientes”. Estas sustancias, por diversos mecanismos, reducen el valor nutritivo de los alimentos que las contienen al impedir su completo aprovechamiento a nivel digestivo. Hoy sabemos que este aspecto negativo se había sobredimensionado y que el remojo y la cocción adecuada aseguran la práctica eliminación o inactivación de los antinutrientes. Además, es un hecho que las variedades de cultivo utilizadas actualmente presentan un bajo o incluso nulo contenido de estos compuestos.

Valor en Sostenibilidad

Junto con el interés por la protección de la salud humana, actualmente preocupa, y mucho, la salud del planeta. Las legumbres son también protagonistas destacadas en el ámbito de la sostenibilidad y, como dice la FAO, se han erigido como un recurso valioso para la salud del suelo agrícola y para combatir el cambio climático.

El cultivo de legumbres ayuda a mejorar la absorción de carbono en el suelo y esto, a su vez, reduce indirectamente los niveles de dióxido de carbono. Además, las legumbres permiten reducir el uso de fertilizantes nitrogenados puesto que participan activamente en la fijación del nitrógeno de la atmósfera. Eso se traduce en que el cultivo de legumbres reduce la emisión de gases responsables del efecto invernadero y enriquece de manera natural los suelos de cultivo.

Destaca también la eficiencia hídrica del cultivo de legumbres. Así, según datos de la FAO, para obtener 1 kilo de legumbres se necesita 10 veces menos agua que para 1 kilo de carne de ternera.

Valor Social

Las legumbres se han denominado popularmente la carne del pobre. La afirmación se fundamenta en el hecho de que son una fuente asequible de proteínas, especialmente para aquellas poblaciones en las que otros alimentos proteicos son económicamente inaccesibles. Además, su fácil conservación y larga vida útil es clave para minimizar el desperdicio alimentario.

La resistencia de las leguminosas frente a las sequías las hace también idóneas para su cultivo en entornos rurales áridos donde otros cultivos fracasarían. En este contexto, la producción de legumbres ejerce una acción social al facilitar un ingreso a los agricultores y proporcionar proteína saludable a la población.

Valor Gastronómico (Satisfactorio)

Desde el punto de vista gastronómico, las legumbres son un alimento increíblemente versátil. Son el ingrediente principal de múltiples platos típicos regionales de valor cultural en alza.

Más allá de los típicos potajes que algunos asocian a épocas de penuria económica y de escasez de alimentos, recientemente las legumbres han irrumpido con fuerza en todo tipo de cocinas y con un amplio abanico de preparaciones culinarias. Buena muestra de ello es la recopilación de 49 recetas con legumbres elaboradas por dietistas-nutricionistas, con el objetivo de fomentar una alimentación más sostenible y saludable. Este recetario incluye platos tan tradicionales como los garbanzos con espinacas y otros tan innovadores y golosos como la mousse de garbanzos y cacao o las magdalenas con chips de lentejas y chocolate.

Alimentos 5S

La globalización y los estilos de vida actuales nos arrastran a patrones alimentarios alejados de los valores tradicionales, perdiendo no sólo cultura gastronómica sino también el valor en salud de la dieta mediterránea. Representan además una amenaza creciente para la sostenibilidad del planeta que nos acoge.

En los últimos años se está tomando conciencia de estas pérdidas y son muchos los esfuerzos que desde diferentes estamentos se están conjugando para promover cambios en la alimentación y el estilo de vida, con el doble objetivo de mejorar nuestra salud y la del medio ambiente. Es en este marco donde hay que situar a las legumbres como alimentos 5S, cuyo consumo se ha de promover porque está perfectamente alineado con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030. De ahí la adaptación del viejo refrán que da título a este artículo: Lentejas, si quieres las comes, y si no también.The Conversation

M. Carmen Vidal Carou, Catedrática de Nutrición y Bromatología, Campus de la Alimentación de Torribera, Universitat de Barcelona; Mariluz Latorre Moratalla, Profesora Lectora. Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía. Campus de la Alimentación de Torribera, Universitat de Barcelona y Oriol Comas-Basté, Profesor Asociado. Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía. Campus de la Alimentación de Torribera, Universitat de Barcelona

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

miércoles, 3 de febrero de 2021

El último regalito que nos deja Jeff Bezos: Amazon Fresh



Por Luis Domenech / Feb 3, 2021

Justo en el día en que Jeff Bezos abandona el cargo de CEO de Amazon, se nos anuncia que Amazon Fresh llega a España y quiere posicionarse como el primer supermercado online, con entregas en dos horas durante los siete días de la semana. El gigante mundial del e-comercio, en su estrategia de seguir expandiéndose en todas las áreas y sectores de servicio, como ya lo hizo en farmacia, finanzas, el libro, o el entretenimiento entre otros, tiene la intención de extenderse en el sector alimentario a lo largo de toda España durante este 2021, si bien por el momento únicamente estará disponible en Madrid. 

Según ha indicado la multinacional, su objetivo es llegar a servir a millones de clientes Amazon Prime en toda España a lo largo de 2021, empezando por los consumidores Prime en Madrid y alrededores que ya pueden recurrir a este servicio de entrega. De esta forma, los clientes Amazon Prime pueden hacer su compra en las tiendas de DIAdonde se pueden encontrar mas de 7.000 productos de su marca blanca, entre los que se incluyen productos frescos y congelados, carne, pescado, frutas y verduras, lácteos, aperitivos, artículos de primera necesidad, así como productos de belleza y cuidado personal, juguetes y artículos de papelería.

El importe del envío del pedido en Amazon Fresh es de 3,90 euros por pedido, con un mínimo de 15 euros de compra.

Amazon Fresh está disponible únicamente para clientes Prime, por lo que un usuario que quiera comprar algo puntual y no esté suscrito al servicio, no podrá acceder a estos envíos rápidos. En el caso de compras superiores a 50 euros, el envío será gratuito para las franjas de dos horas.

El nuevo servicio también permite envíos en franjas de una hora. En este caso, el coste será de 7,99 euros o de 4,90 euros, en el caso de los pedidos que superen los 50 euros.

Teniendo en cuenta también el servicio que Amazon puso en marcha con los supermercados DIA, cadenas como Mercadona, Carrefour, Lidl o Alcampo tienen ya en este nuevo servicio de entrega rápida de Amazon Fresh una nueva empresa con la que competir y 'repartirse' a los clientes.

"Estamos muy contentos por ampliar nuestro servicio de entrega rápida de productos de alimentación, belleza y cuidado personal, así como otras categorías con el lanzamiento de Amazon Fresh", ha indicado la responsable de Amazon Fresh en España, Francia e Italia, Camille Bur.

¿Y que competidores se va a encontrar?

Los supermercados online llevan tiempo con nosotros. Empresas como Mercadona, Carrefour, Alcampo u otras, ofrecen su propia tienda online desde la que comprar productos frescos y la mayoría de ellos ofrecen la posibilidad del envío a domicilio en 24 horas en las grandes ciudades españolas. 

Una opción más parecida a la de Amazon la encontramos con El Corte Inglés, que probablemente pueda ser su máximo rival en nuestro país. 

EL CORTE INGLÉS: Los grandes almacenes ofrecen entregas el mismo día, pudiendo seleccionar las franjas de dos horas desde las 10 a las 22.00 horas, también durante toda la semana. El coste base va de los 5,90 a los 7,90 euros, en función de la ciudad. El pedido mínimo es de 10 euros y se ofrece la posibilidad de gastos de envío gratis para pedidos superiores a los 99 euros con El Corte Inglés Plus o la tarjeta de El Corte Inglés, con su tarifa plana de envíos por menos de 20 euros al año. 

HIPERCOR: No hay pedido mínimo. El coste del servicio es de 8€ para las ciudades mas grandes, como Valencia, y de 6€ para las mas pequeñas como Cartagena. Será gratuito para los pedidos superiores a 120€, o 100€ si el pago se hace con la tarjeta de El Corte Inglés. La entrega de los pedidios se hará entre el lunes y el Sábado, en franjas a elegir de dos horas, entre las 9:00 y las 22:00, excepto los sábados que será hasta las 20:00.

En comparación, Amazon Prime tiene un coste de 36 euros anuales. El servicio está disponible entre las 10:00 y las 22:00 los 7 días de la semana, en 54 ciudades del país.

MERCADONA: su supermercado está disponible para compras de más de 50 euros y con un coste de envío de 7,21 euros. Se oferta de lunes a sábado y por el momento no permite seleccionar franjas de dos horas, aunque sí asegura la entrega en 24 horas. Mercadona se encuentra en proceso de reconstrucción de su supermercado online. Hace unos meses, la web se actualizó y las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia tienen acceso al supermercado renovado de Mercadona. En comparación con Amazon Fresh, Mercadona ofrece un buen surtido pero su coste es superior y no ofrece gastos de envío gratis. 

CARREFOUR: El coste del envío a domicilio es de 7€, reducido a 3€ para aquellos pedidos que superan los 120€, y siendo gratuito para los que superan los 150€. No hay pedido mínimo, y el servicio se realiza de lunes a domingo entre las 10:00 y las 200:00.

EROSKI: El servicio de reparto tiene un coste desde 3,95€, no hay pedido mìnimo, y es gratuito a partir de pedidos de mas de 140€. El servicio esta disponible entre los lunes y los sábados, y está disponible en las ciudades en que tienen tiendas.

DÍA: Además de contar con su propia tienda en Amazon, en octubre de 2020, Día lanzó su servicio 'Día Express', con entregas a domicilio en una hora. Tiene un coste fijo de 4,90 euros por envío o de 3,50 euros en el caso de sobrepasar los 30 euros de la compra. El servicio de Día funciona de lunes a sábado, tiene acceso a un surtido de 1.000 productos y para su distribución se han aliado con Glovo y el Grupo Mox.

ALCAMPO: además de su servicio de entrega a domicilio habitual, están experimentando con la entrega en 2 horasEl coste del servicio es de 9,90€. No hay pedido mínimo ni envíos gratis. El servicio es de lunes a sábado, cubriendo las ciudades en las que tienen hipermercado. También disponen de un servicio de taquillas refrigeradas en algunas ciudades en las que se puede recoger el pedido a cualquier hora.

LIDL: El coste del envío es de 3,99€. No hay envíos gratis, pero si dispone de cupones de descuento. El servicio cubre las principales ciudades del país, y solo se sirve de lunes a viernes, con un plazo de entrega que oscila entre 1 y 3 días.

FROIZ: No hay pedido mínimo. El coste del envío es de 4€ para pedidos hasta 50€, 2 € para los que están en la franja de 50 a 100€, y es gratuito para los que superan los 100€. La entrega es en franjas elegibles de 2horas entre los lunes y los sábados, excluidos los festivos. Está disponible el servicio en 12 rovincias, en aquellas localidades en que disponen de tiendas. Hay también un servicio de recogida en tienda que es grauito.

ALIMERKA: No hay pedido mínimo, el servicio de entrega a domicilio tiene un coste de 5€, siendo gratuito para los pedidos que superen los 90€. El servicio está disponible en las localidades que tienen tienda y en su entorno. Hay disponible un servicio gratuito de recogida de la compra en el punto de venta.

GADIS: En Gadis no hay pedido mínimo. El servicio de entrega a domicilio tiene un coste de 4,5€, siendo gratuito para aquellos pedidos que superen los 72€ de compra. El servicio está disponible para aquellas localidades y entornos próximos en las que disponen de tienda, de lunes a sábado, exceptuando festivos. Las entregas se harán al día siguiente de la compra en franjas de mañana (10:00 a 15:00) y tarde (15:00 a 21:00). Hay un servicio disponible de recogida en tienda.

ULABOX: hace envíos en función de la tienda, con un precio desde 1,50€, siendo solo los tres primeros gratuitos. Sirve de Lunes a sábado entre las 7:30 y las 23:00. Solo cubre Madrid, Barcelona, Tarragona y Valencia.

DELIBERRY: actúa unicamente en Barcelona y Madrid, lo hace en función de la tienda. El cost del servicio es de 1,50€, y los tres primeros son gratis. La disponibilidad es en función del servicio.

CONDISLINE: con entregas en franjas de dos horas y sin gastos de envío para los clientes que realicen 10 o más compras al año. El coste del servicio es de 7€ o de4,5€ para los pedidos de mas de 90 €. El pedido mínimo es de 40€, y los envíos son gratis a partir de los 75€ (Tarifa Plana), a partir de 100€ o mas de 10 compras, o a partir de pedidos de mas de 140€. El servicio de de 11:00 a 23:30 de lunes a sábado, y solo se cubren las ciudades de Madrid y Barcelona.



martes, 2 de febrero de 2021

La llegada de la carne artificial y sus consecuencias para la ganadería


Shutterstock / HQuality
José Antonio Mendizabal Aizpuru, Universidad Pública de Navarra

En la actualidad existe un intenso debate sobre los hábitos alimentarios y su influencia en aspectos como la salud, la preservación del medio ambiente (biodiversidad, emisiones de gases de efecto invernadero, calentamiento global…) o el bienestar animal.

De entre los alimentos que el hombre ingiere –recordemos que la especie humana es omnívora–, son los productos de origen animal los que actualmente están siendo cuestionados por ciertos grupos de población.

Los huevos fueron los primeros. Su consumo se relacionó con tasas elevadas de colesterol y una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares (teorías posteriormente matizadas). En menor medida, también la leche y actualmente, con gran virulencia, la carne, tanto en lo que respecta a su producción como a su consumo.

Haciendo un poco de historia, no viene mal recordar que la especie humana consume carne desde hace dos millones de años. Así lo atestiguan los últimos estudios realizados en el yacimiento de Olduvai (Tanzania), considerada la cuna de la humanidad.

Tampoco está de más subrayar que eminentes paleontólogos defienden que la introducción de la carne en la dieta humana supuso un antes y un después en la evolución de los homínidos, ya que influyó en su desarrollo cognitivo.

Por último, recordamos que el proceso de domesticación, que arranca hace aproximadamente 10 000 años en el cercano oriente, supuso el comienzo de la ganadería. Desde entonces, ha proporcionado a más de 400 generaciones, ininterrumpidamente, carne y otros alimentos básicos para nuestra dieta. Por tanto, es de justicia reconocer la gran aportación que la ganadería supone y ha supuesto a lo largo de la historia de la humanidad.

Sin embargo, desde hace unos años, algunos sectores de la sociedad han comenzado a señalar al consumo de carne como uno de los mayores riesgos para la salud humana. También indican que la producción de carne es uno de los grandes causantes de los problemas medioambientales que nos afectan.

¿Es mala la carne roja para la salud?

Respecto a la primera cuestión, la salud humana, el informe que en 2015 emitió la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), órgano de la OMS, sobre la carcinogenicidad de la carne roja, supuso un punto de inflexión. El IARC clasificó la carne roja en el grupo 2A de la escala de agentes carcinógenos para humanos (escala que va de 1 a 3).

Sin embargo, se basó en una evidencia limitada. Según la OMS, se observó una asociación positiva entre la carne roja y el cáncer, pero no se pueden descartar otras explicaciones para las observaciones. Es decir, otros factores como el sedentarismo y el tabaquismo podrían estar interaccionando.

La carencia de ensayos clínicos en humanos donde se estudie el efecto dosis-respuesta debería ser otra razón para ser prudentes en esta cuestión. Pero, a pesar de todo lo indicado, el mensaje que los medios, mayoritariamente, trasladaron a la opinión pública, en forma de llamativos titulares, fue que el consumo de carne producía cáncer.

Planta piloto de la empresa israelí SuperMeat. Supermeat

Carne roja y medio ambiente

Respecto a la segunda cuestión, los problemas medioambientales, la publicación del informe que en 2019 emitió el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), dependiente de la ONU, supuso otro momento clave.

En dicho informe se atribuyen a las actividades ganaderas unas emisiones directas de 2,3 gigatoneladas (Gt) de CO₂ equivalente/año, un 5 % del total de emisiones. Si se suman a esta cifra las emisiones indirectas (fabricación de piensos, transporte, etc.), se alcanzaría un montante de 7,1 Gt de CO₂ equivalente/año, un 14,5 % de todas la emisiones de origen antropogénico. Sin duda, esta es una cifra significativa pero muy inferior a la generada por otras actividades humanas.

En este contexto, son cada vez más las iniciativas de los ganaderos para incorporarse a la estrategia de la UE para combatir el cambio climático y la degradación del medio ambiente, el Pacto Verde Europeo. Por señalar algún ejemplo de ello, cabe destacar la European Rural Poultry Association ERPA que agrupa miles de granjas avícolas familiares de toda Europa.

El informe del IPCC también señalaba que una forma de mitigar las emisiones es adoptar dietas sostenibles en las que predominen más los alimentos de origen vegetal y menos los de origen animal procedentes de producciones intensivas. Asimismo, se indicaba que la carne artificial, junto con los insectos (aunque no se conoce su huella de carbono) podrían favorecer dicho objetivo.

Dicho informe concluía:

“Las dietas equilibradas que incluyen alimentos de origen vegetal, como las basadas en cereales secundarios, legumbres, frutas y verduras, frutos secos y semillas, y alimentos de origen animal producidos en sistemas resilientes, sostenibles y con bajas emisiones de GEI ofrecen grandes oportunidades de adaptación y mitigación, a la vez que generan cobeneficios significativos para la salud humana”.

Este es el mensaje nítido que nos dejó el informe del IPCC con respecto a nuestros hábitos alimentarios y el cambio climático. Sin embargo, llegó nuevamente al ciudadano, a través de los medios y redes sociales, anunciando que el consumo de carne era el gran responsable de las emisiones de estos gases y del cambio climático.

En este clima de adversidad hacia la producción y el consumo de carne, han ido surgiendo empresas que han conformado un nicho propio. Estas se han “apropiado” de denominaciones propias de la carne –que en ocasiones producen confusión en el consumidor– y han asemejado su textura y color propios, pero con componentes vegetales.

Vista de un plato con carne artificial procedente de células de pollo cultivadas in vitro del restaurante The Chicken con la planta piloto de SuperMeat al fondo. Supermeat

La carne artificial llega ya al consumidor

Paralelamente, esas mismas empresas y otras nuevas se han encaminado hacia la producción de carne artificial. Sus primeros productos comienzan ahora a llegar al consumidor.

Recientemente, en Israel, se ha abierto un sofisticado y singular restaurante donde se ofrece carne artificial procedente de células de pollo cultivadas in vitro. Asimismo, en Singapur ya ha sido autorizada la comercialización de esta carne.

Estas empresas dedicadas a la producción de carne artificial indican que se fundamentan en la producción ética, ecológica, el bienestar animal y el respeto al medio ambiente.

Pero ¿es más ético y ecológico un proceso productivo que se basa en extraer células vivas de un animal (su hábitat natural) para que proliferen en un entorno de laboratorio (totalmente ajeno), en el que con frecuencia se utilizan factores de crecimiento como el suero fetal bovino (FBS), que la ganadería tradicional para producir carne? ¿No resulta paradójico que se señale el bienestar animal como otro de los rasgos identificativos de estas empresas, cuando indican que esta forma de producción no precisa de animales?

En este contexto, la ganadería tradicional continuará encargándose de preservar hábitats de alto valor ecológico, como la dehesa o las zonas de montaña. Se ocupará de conservar las razas autóctonas, de mantener limpias las zonas boscosas y de pastos para prevenir los incendios. Además, dará vida a los pueblos vacíos y, por supuesto, producirá alimentos sanos, ecológicos y de calidad nutritiva y sensorial contrastada.

Por ello, los ganaderos tendrán que demostrar y convencer al consumidor –que es quien tiene la última palabra– de las bondades de su producto natural, cercano, sostenible e integrado en la economía circular, respetuoso con el medio ambiente y con el bienestar animal. Ese es su reto.The Conversation

José Antonio Mendizabal Aizpuru, Catedrático de Producción Animal, Universidad Pública de Navarra

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

miércoles, 27 de enero de 2021

El tocino modificado genéticamente podría llegar pronto a su plato


Foto: Andy Sacks/Getty Images

Reengineering Life es una columna de Future Human sobre las formas en que los humanos están usando la biología para reprogramar nuestros cuerpos y el mundo que nos rodea.

Un acuerdo de última hora con la administración Trump podría acelerar la aprobación de animales modificados genéticamente

Por Emily Mullin / Ene 26, 2021

Traducido por L. Domenech

Dos agencias del gobierno de los Estados Unidos están discutiendo cómo regular el ganado modificado genéticamente. El resultado podría hacer avanzar que alimentos como el tocino de cerdos modificados genéticamente llegaran a los estantes de las tiendas de comestibles.

Durante el último cuarto de siglo, los científicos han estado modificando genéticamente nuestros alimentos en un intento por resistir las plagas, aumentar el rendimiento de los cultivos y extender la vida útil. Ahora, los agricultores están aprovechando el potencial de la edición de genes, una tecnología más nueva, para producir animales que resistan ciertas enfermedades, requieran menos antibióticos y tengan una huella ambiental menor. (Escribí en noviembre sobre cómo los científicos de animales están usando la edición de genes para aclarar el pelaje de las vacas en un intento de hacerlas más resistentes al calor). Estos animales podrían terminar en su mesa en los próximos años si se aprueba un acuerdo de última hora anunciado por la administración saliente de Trump. El 19 de enero, el Departamento de Salud y Servicios Humanos acordó un plan respaldado por los productores de carne de EE. UU. Para cambiar la forma en que el gobierno regula los animales modificados genéticamente. El acuerdo cambiaría la autoridad para aprobar la venta de tales animales de la Administración de Alimentos y Medicamentos al Departamento de Agricultura de EE. UU. El cambio propuesto se aplicaría al ganado vacuno, ovino, caprino, porcino, equino, bagre y aves de corral. Actualmente, la FDA regula los animales genéticamente modificados como medicamentos. Considera una alteración genómica un fármaco porque cambia la estructura o función del animal. Para vender legalmente un animal modificado genéticamente, los productores deben demostrarle a la FDA que han realizado pruebas de seguridad exhaustivas. Pero los grupos de la industria y las empresas de biotecnología animal dicen que el proceso de la FDA es demasiado oneroso y desalienta a los productores a traer ganado editado nuevo y mejorado al mercado. La propuesta del HHS podría significar un camino al mercado más fluido y rápido. "Los desarrolladores de animales modificados genéticamente están pensando que les resultará más fácil pasar por el proceso regulatorio", dice Jennifer Kuzma, PhD, cofundadora y codirectora del Centro de Sociedad e Ingeniería Genética del Estado de Carolina del Norte. Universidad, del cambio propuesto. El mismo día que el HHS dio a conocer su plan, Stephen Hahn, MD, comisionado de la FDA bajo Trump, tuiteó que la FDA no apoya el acuerdo. Pero ahora que Hahn y otros funcionarios del HHS de Trump han dimitido, el destino de los animales modificados genéticamente se deja en manos de la administración Biden. El USDA actualmente está aceptando comentarios sobre la propuesta. Los grupos de la industria que esperan introducir ganado modificado genéticamente, como el Consejo Nacional de Productores de Cerdo, han estado abogando por este cambio de política durante los últimos años. Hasta ahora, la FDA ha aprobado solo dos animales modificados genéticamente para el consumo humano: un salmón de rápido crecimiento en 2015 y, en diciembre, un cerdo diseñado para ser seguro para quienes padecen una alergia a la carne poco común. El salmón, elaborado por la empresa de biotecnología de Massachusetts AquaBounty, está disponible en Canadá, pero su venta en los Estados Unidos se ha retrasado debido a una disputa de etiquetado y ha tardado 20 años en obtener la aprobación regulatoria. Mientras tanto, países como Argentina, Brasil, Canadá y China han adoptado políticas menos estrictas para regular los animales editados genéticamente. Los productores de carne de Estados Unidos esperan lo mismo aquí. Dicen que permitir que el USDA regule este tipo de animales los ayudará a mantener una ventaja competitiva a nivel mundial. El USDA ya permite que las plantas editadas genéticamente, a diferencia de las modificadas genéticamente con ADN extraño, se vendan con poca supervisión. Las empresas de biotecnología animal quieren que sus animales editados genéticamente sean tratados de manera similar. Han argumentado que los animales editados genéticamente no necesitan tanta regulación porque la tecnología utilizada para fabricarlos es diferente de la ingeniería genética tradicional. Mientras que la edición de genes implica realizar un cambio preciso en el propio ADN de un animal, la ingeniería genética implica tomar un gen de una especie e insertarlo en otra. El tipo de alteraciones del ADN realizadas por la edición de genes puede ocurrir de forma natural, por lo que no son diferentes a la reproducción tradicional, continúa el argumento. (Todavía no se ha aprobado que los animales editados genéticamente ingresen al suministro de alimentos). Aunque es más precisa que los métodos de ingeniería genética más antiguos, la edición de genes sigue siendo propensa a errores. Para sorpresa de los científicos, la FDA encontró evidencia de rastros de ADN bacteriano en ganado modificado genéticamente producido por la empresa Recombinetics, con sede en Minnesota. La compañía de biotecnología había estado presionando a la administración Trump para que entregara el poder regulador de los animales genéticamente modificados al USDA. La compañía ha dicho que los animales son seguros para comer, a pesar de la adición inesperada a su ADN. Kuzma cree que sería prudente que la FDA participara en la revisión de las solicitudes de animales editados genéticamente por ahora, al menos hasta que se establezca la tecnología y se demuestre que es segura. “Sabemos que a veces los pequeños cambios genéticos pueden tener profundas consecuencias en los animales”, dice. En una carta en febrero de 2020 publicada en la revista Nature Biotechnology, Steven Salomon, director del Centro de Medicina Veterinaria de la FDA, dijo que el papel de su agencia es asegurarse de que tales alteraciones no afecten a la seguridad alimentaria. Las alteraciones no deseadas, dijo, podrían alterar la regulación de las proteínas en un animal. "Tal evento podría tener consecuencias, o podría afectar a la s seguridadde los alimentos derivados del animal. No podemos saber esto si no miramos". Incluso si el camino hacia la aprobación regulatoria es mas rápido, los productores de animales editados genéticamente aún necesitarán ganarse la confianza del público, lo que podría resultar una tarea mas difícil. En una declaración a Future Human, el Consejode Productores de Cerdo dijo que la industria porcina de los EEUU está "comprometida con la transparencia" cuando utilice la tecnología de edición de genes en el futuro. "Siempre que se introducen nuevas tecnologías, la aceptación del consumidor es fundamental".

El artículo original se puede leer en inglés en Medium / Future Human

martes, 29 de diciembre de 2020

LA GUÍA DE VINOS, DESTILADOS Y BODEGAS DE GALICIA DE LUIS Y ALEJANDRO PAADÍN

 

Luis y Alejandro Paadín

Por Luis Domenech, de Galicia Gastro / Dic 29, 2020


Acabo de echarle el primer vistazo rápido a la nueva Guía de Vinos, destilados y Bodegas de Galicia en su XI Edición que acaba de ver la luz, y la primera impresión viene con el peso de la obra una vez esta está en la mano y la calidad de su edición, y es que su contenido es mucho mas denso en lo que está impreso, tanto en cantidad, como en profundidad y amplitud de los temas tratados en el libro, que abarcan todo lo que tiene que ver con el vino gallego: desde sus inicios y su historia, pasando por la genética y las variedades de vides presentes en Galicia, la sinonimia con mas de 300 nombres de uvas gallegas, a las catas de vinos y aguardientes con sus respectivas puntuaciones y descripciones, que dan como resultado final un medallero que premia a quienes han logrado la excelencia en sus productos.

Podemos decir, y creo que no exagero, que esta es una obra monotemática, pero enciclopédica, ya que si bien está centrada en un tema muy concreto, abarca todos los aspectos que se han dado en un año difícil como es este año de pandemia en el que llevar cualquier proyecto a buen fin, ha debido de suponer el hacer acopio de esfuerzos adicionales y de mucha imaginación para que estos no se torcieran.

Creo que el esfuerzo de Luis y sus colaboradores ha merecido la pena, pues esta Guía de 480 páginas en su XI Edición, supera a las anteriores en todos los aspectos. Lo atestiguan los números, con mas de 500 bodegas y destilerías cuyos productos han sido catados, todas las amparadas por las DOs e IGPs de Galicia, lo que supuso catar mas de 2.000 referencias.

Pero es que además de incluir en la Guía los habituales Medalleros Históricos , los Mapas climáticos y pluviométricos de cada DO e IGP de los últimos cuatro años, los mapas litológicos y de relieve de cada una de las regiones vitivinícolas, la Relación de Bodegas Gallegas, las que permiten alojamiento, las que tienen restauración o visita guiada a las instalaciones, y las fichas con las catas de cada vino, incorporan un buscador de vinos por R.E.N. (Número de Registro Embotellador) con los nombres de las Bodegas, además se aporta un árbol genealógico de algunas de las principales variedades ancestrales de Galicia, y una relación que incorpora una tienda de vinos por Provincia en toda España en la que se pueden comprar vinos de Galicia.




Esta Guía es un libro indispensable para todo aquel que, siendo profesional del ramo de la hostelería, amante o aficionado de los vinos de nuestra tierra, o viajero interesado en nuestra gastronomía y viticultura, debe de tener a mano. 

Como Guía de compras, nos ayudará  a decidir entre que vinos buscar gracias a sus valoraciones y a sus estrellas verde, amarilla o roja en función de que su precio esté por debajo de los 10 € en el primer caso,  entre 10 y 20 € en el segundo, y por encima de los 20€ en el tercero.

Como aficionados amantes del vino, probar vinos con la Guía en la mano es como disfrutar del vino en una escuela de aprendizaje. La orientación nos permite en primer lugar elegir los mejores vinos de nuestra región en función de nuestros gustos y nuestra capacidad de compra, y en segundo lugar nos permite buscar en los matices que la guía nos proporciona y así educar olfato y gusto. Esta escuela por el precio de 22 € que cuesta la Guía, mas el coste del vino (que no está incluido en la práctica), hacen que el aprendizaje esté al alcance de la mayoría. Disfrutar del vino con la Guía es disfrutar dos veces. Consultarla antes de degustar me permite primero imaginar el vino, para después comprobar que este es lo que me imaginé.

Desde Galicia Gastro felicitamos a Luis y Alejandro Paadín, así como a sus colaboradores en este proyecto por su magnífico trabajo.


sábado, 19 de diciembre de 2020

En una pandemia, compramos lo que sabemos

Ilustración de Rocío Egio


Nov 25,2020
Traducido por L. Domenech

En mayo, el CEO de Unilever predijo que los consumidores comerían más sano durante la pandemia de Covid-19. Mientras tanto, el CEO de McDonald's confía en que regresará el Big Macs y otros favoritos familiares.


Ciertamente, ambos no pueden estar en lo cierto. ¿O pueden?

Las ventas de alimentos orgánicos y saludables están de hecho resurgiendo, pero también lo están las ventas de galletas y aperitivos salados. Después de años de lucha por conquistar a consumidores cada vez más conscientes del cuidado de la salud, marcas conocidas como Oreos y Doritos han estado vendiendo más que nunca en los últimos meses, y el negocio de McDonald's Drive Thru está en auge.


Entonces, ¿qué está pasando?

La psicología evolutiva ofrece una explicación simple: los seres humanos están conectados para sentir emociones poderosas en respuesta a enfermedades contagiosas, y estas emociones afectan el comportamiento del consumidor de maneras sorprendentes. Nuestro reciente análisis a gran escala y los experimentos de laboratorio confirmaron que los aumentos simultáneos en las ventas tanto de Big Macs como de ensaladas de col rizada son expresiones lógicas de dos emociones clave que los consumidores están experimentando en este momento: el asco y el miedo.


Estamos conectados para evitar enfermedades

Investigaciones pasadas ha demostrado que las personas reaccionan con disgusto a los indicios de enfermedades contagiosas: instintivamente nos alejamos de alguien estornudando en un vagón de tren lleno de gente; evitamos a la gente que tose violentamente en la calle.

Pero no es sólo cuestión de ser rechazado. La posibilidad de contraer una enfermedad contagiosa también provoca miedo y una sensación de pérdida de control, empujándonos a buscar lo familiar y evitar lo desconocido.

Para comprender mejor los vínculos entre la enfermedad, la emoción y los comportamientos de compra, se realizaron dos grandes análisis empíricos utilizando datos del CDC, Google Gripe Trends y Nielsen, así como cuatro experimentos de laboratorio que examinaron cómo la presencia de la enfermedad afectó tanto el estado emocional como las compras domésticas en cuatro categorías de productos: toallas de papel, comida basura, sopa y baterías. En nuestros experimentos, los participantes leían sobre una enfermedad contagiosa (gripe) o una enfermedad no contagiosa (insuficiencia cardíaca), y luego probaron sus preferencias para productos familiares frente a otros desconocidos.


El miedo y el asco impactan el comportamiento de compra

Los resultados confirmaron nuestra hipótesis: pensar en una enfermedad contagiosa incrementó tanto el miedo como el asco, y en respuesta a estas emociones, los participantes intentaron recuperar el control buscando las marcas familiares que conocían y en las que confiaban. Sin siquiera darse cuenta de ello, la gente ha estado haciendo todo lo posible para afirmar el control sobre un mundo caótico, y eso se extiende a sus decisiones frente a los estantes de la comida.

Específicamente, nuestros análisis empíricos encontraron que los hogares compraron más de todos los productos que estudiamos cuando la enfermedad estaba más presente en su área, pero compraron productos más familiares en cantidades desproporcionadamente más altas. Estos hallazgos pueden ayudar a explicar las tendencias recientes de compra.

Las ventas de alimentos orgánicos en auge pueden parecer estar en desacuerdo con las largas colas en el McDonald's Drive Thru, pero nuestro análisis sugiere que estas dos tendencias aparentemente inconsistentes son de hecho reflejos del mismo estado emocional: frente a una enfermedad contagiosa que provoca miedo y disgusto; los consumidores recurren a la opciones más familiares (ya sea que sea comida saludable o comida basura).

Incluso cuando no hay razones racionales para rechazar opciones desconocidas, nuestros hallazgos sugieren que los consumidores favorecen cada vez más marcas conocidas en muchas categorías de productos diferentes. Por ejemplo, mientras que la gente ha estado abasteciéndose de más sopa durante la pandemia, las ventas de marcas de sopas más conocidas como Campbell's han subió desproporcionadamente. Del mismo modo, nuestros análisis encontraron que en este momento, la gente tiene más probabilidades de poner los Oreos tradicionales en su carrito, en lugar de probar el último sabor nuevo. Ante tanto miedo constante, un Oreo desconocido parece ser un riesgo que muchos consumidores simplemente no están dispuestos a asumir.


Marketers, Tomar nota

¿Qué significan estas tendencias para los vendedores de marcas?

Por un lado, aunque la innovación es generalmente algo bueno, en este momento podría no ser el mejor momento para empezar a ser creativo con productos de consumo. Aunque usted puede estar entusiasmado con la publicidad del último sabor de patata frita o helado, podría ser mejor esperar un momento en que los consumidores se sientan un poco menos temerosos.

En cuanto a la estrategia de productos, nuestros hallazgos demuestran la importancia del enfoque. Los restaurantes y los fabricantes pueden verse afectados por limitaciones de capacidad debido a requisitos de distanciamiento social, pero esas limitaciones también pueden tener un efecto positivo, pues obligan a las organizaciones a concentrarse en los productos que más valoran los consumidores. Las empresas más exitosas han centrado sus recursos en sus bestsellers tradicionales para satisfacer la creciente demanda de estos productos familiares, en lugar de invertir en nuevas líneas de productos o estrategias de venta. Por ejemplo, después del retroceso a un menú limitado a sólo sus productos más preciados, McDonald's invirtió un descenso en las ventas que comenzó en 2013, y el crecimiento de su precio de las acciones ha superado al índice S&P 500 desde marzo.

En tiempos normales, los clientes suelen tomar decisiones de compra basadas en consideraciones prácticas como la salud, el valor o el precio de un producto. Pero cuando los consumidores sienten incertidumbre o miedo, estas preocupaciones prácticas pueden verse superadas por sus reacciones emocionales. Ante una enfermedad contagiosa en particular, el miedo y el disgusto cambian hacia el deseo natural de la gente de mayor familiaridad y previsibilidad en exceso, lo que significa que los Big Macs se vuelven más populares de nuevo y las Oreos vuelan de la estantería, incluso a medida que aumentan las ventas de alimentos orgánicos. Comprender cómo las emociones influyen en las decisiones de los consumidores es clave para desarrollar una estrategia efectiva de marketing y ventas, durante la pandemia y más allá.


Chelsea Galoni obtuvo su doctorado en la Kellogg School of Management y es profesora asistente de marketing en la Tippie College of Business de la Universidad de Iowa. 


Gregory S. Carpenter es profesor de marketing Harold T. Martin en la Kellogg School of Management de Northwestern University. Coautor de Resurgence: The Four Stages of Market-Focused Reinvention, es coanfitrión de la Cumbre anual de liderazgo en marketing de Kellogg, donde los líderes de opinión exploran el futuro del marketing. 


Hayagreeva Rao, ex miembro de la facultad de la Kellogg School of Management, es profesora de Atholl McBean de Comportamiento Organizacional y Gestión de Recursos Humanos en la Graduate School of Business de la Universidad de Stanford. Es coautor de Scaling up Excellence y codirector del Designing Organizational Change Project de Stanford.


En artículo original se puede leer en inglés en Harvard Business Review