sábado, 13 de agosto de 2022

Los incendios y las olas de calor amenazan la producción marisquera de las Rías de Arousa y Noya

Luisondome


Riquezas de la Ría. Acrílico sobre lienzo de Elsa García Ospina

El calor extremo, provocado por el cambio climático, está poniendo en jaque la labor de los agricultores y los ganaderos que ven como por el calor y los incendios se pierden sus cosechas y los pastos frescos para alimentar el ganado. 

También los mariscadores en nuestro país están viendo como resultan afectadas las campañas de recogida del marisco, pues la elevación de la temperatura tanto en tierra como en las aguas de la Ría están aumentando la mortandad de algunas especies de bivalvos.

Desde hace años, los fondos marinos gallegos, particularmente en la ría de Arousa, están avisando de que la situación empieza a ser insostenible en la que fuera la ría más rica en marisco de toda Galicia. En 2021 las pérdidas en la Ría de Arousa fueron de 10 millones de euros, cifra que casi con toda seguridad será superada este año, ya que  escasean de forma alarmante especies como la almeja babosa, que es una de las más cotizadas, o el berberecho. En este sentido, cabe recordar que en 2021 se capturaron 158 toneladas, mientras que la media de los últimos 20 años se sitúa en las 547 toneladas, según los datos recogidos por la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar. 

Algo parecido ocurre con el berberecho, que pasó de ser la especie principal a casi desaparecer de la ría. En este caso, el año pasado se recogieron 165 toneladas, un 77% menos que la media histórica. Las Rías mas afectadas son la Ría de Arousa y la Ría de Noya, las mas ricas en el cultivo de estos mariscos, y las que dan trabajo y sustento a un gran número de familias.

En los Concellos de la margen norte de la Ría de Arousa como Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Boiro y Rianxo, hay otra preocupación añadida, que tiene que ver con las lluvias torrenciales, que no solo aumentan el aporte de agua dulce a la Ría reduciendo la salinidad de sus aguas, lo que ya de por si no favorece la supervivencia del molusco, sino que además estas puedan terminar arrastrando a la Ría la tierra y las cenizas del reciente incendio forestal que afectó a la Sierra do Barbanza, algo que ya ha sucedido en años anteriores como en 2006, en el que las fuertes lluvias caídas arrastraron los lodos que fueron a parar al fondo de la Ría cubriendo los moluscos que mueren por asfixia, lo que es una muestra más de los estragos que está causando el cambio climático y la pérdida económica que produce.

Los que le ponen fuego al monte nos dan de cuenta del daño que están causando al provocar intencionadamente los incendios, pues no solo dañan el medio ambiente, sino que le quitan el sustento a muchas familias que viven de lo que extraen de la Naturaleza con mucho esfuerzo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario