Reconocido con dos estrellas Michelín y con tres soles en la Guía Repsol por su restaurante del Casino de Madrid, y por sus Gastrobares Estado Puro de los que ya tiene abiertos dos, llegaba hora de poner su nuevo y ambicioso proyecto en marcha, que llevará el nombre de Sublimotion. Será en la Isla de Ibiza, en una asociación del Chef con el nuevo Hard Rock Hotel abierto en el mes de Mayo en la Playa D´en Bossa. Un ejemplo mas de como los grandes cocineros y los hoteles de lujo van de la mano para dar lo mejor de si a sus exigentes clientes.
La nueva oferta del Chef, pretende llevar al límite la experiencia sensorial del afortunado comensal. De nuevo aparece el número 12 como número mágico en la gastronomía, pues doce serán los platos a degustar y doce las personas que van a poder hacerlo. Algo parecido hicieron los Hermanos Roca con "El Sommi", una Opera en doce platos, un banquete en doce actos, tal y como ellos lo describieron. Doce eran también los comensales y doce los platos a degustar, para lo que se crea un ambiente especial mediante la utilización de medios multimedia, sonoros, aromáticos que obligara a la utilización de los cinco sentidos para elevar al límite la percepción sensorial que permitiera captar todos los matices de la experiencia. Pues algo así es lo que también espera lograr Roncero con Sublimotion, pero con la salvedad de que como en todo teatro que se presta, a diferencia de la opera El Sommi que solo se representó una vez con ocasión de La Berlinale, en este caso habrá función diaria a la que podrán asistir los clientes que lo deseen, previa reserva, me supongo.
Según le contó Roncero a Europa Press, "...el teatro conjugará gastronomía con atmósferas cromáticas, temperaturas, aromas y músicas diseñadas para que la degustación de cada plato se convierta en una experiencia única, donde los platos estén suspendidos en el aire gracias a una sofisticada tecnología".
Con el menú se intenta provocar momentos de humor, reflexiones, nostalgia, sensaciones de placer o miedo. Se traslada al comensal desde el frío Polar a través de un aperitivo frío tallado en hielo hasta el Versalles Barroco mediante la degustación de una rosa fundente que se aprieta contra el paladar. Teniendo en cuenta lo que Roncero y su equipo preparan, y el limitado número de personas que lo van a poder disfrutar, parece claro que su coste va a ser muy elevado, por lo que tendrá un carácter muy exclusivo, solo apto para carteras abultadas y tarjetas platino. ¡Que se le va hacer! El espectáculo promete, pero no es para mi. Yo habito unos pisos mas abajo.
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