viernes, 17 de mayo de 2019

Timón Bar: Casa y cocina de aires marineros



Fue sorprendente dar con  este acogedor rincón gracias a unos amigos que me invitaron a comer en él. Esther y Jose María regresan a su tierra tras 4 años en su Mallorquina Casa de Comestibles (2000-2014) para iniciar una nueva etapa el El Ferrol en su Timón Bar (Rúa A Coruña 46). 
Jose María describe en su blog (Casa de Comestibles) su cocina de la siguiente manera: "La oferta se basará sobre todo en el PRECIO RAZONABLE , el producto más cercano posible , y las elaboraciones mas sencillas , con pocos ingredientes , ligeramente vestida como la música del maestro RYUCHI SAKAMOTO". 
Añade después, "Y es que mi "Camping Gas" no dá para más , muchos cocineros ni cocinarían aquí , sin todas las tecnologías que hay hoy en día y que hacen más fácil todos los procesos de elaboración , pero para nada acentúan el gusto , el sabor , y mucho menos el criterio del estilo , el apartarse de modas manidas y horteras , y eso no hay tecnología que lo corrija....". El fondo de su trabajo queda claramente expuesto en estas palabras, y como después veremos,  esto es lo que nos hemos encontrado.


El Local
Es pequeño, en el que destaca la larga barra a un lado y un gran aparador al otro, disponiendo de un par de mesas a la entrada del local y el resto al fondo. Es importante reservar para poder comer por tanto, pues el aforo se ocupa rápidamente.
La decoración esta repleta de motivos marineros y tiene un tono "vintage". El ambiente es tranquilo. 
La mesa no está vestida, y usan el papel parafinado como mantel. La iluminación es suficiente.


La Carta
Cambia cada día en función del mercado. Una docena de platos entre los que elegir, en su mayor parte pescados y carne, con precios que van de los 8 a los 14 €/ración. Las raciones son abundantes y adecuadas para compartir. La oferta de vinos no es muy amplia, pero tienen alguno interesante a buen precio. En nuestro caso elegimos un blanco Albariño Rías Baixas Zárate 2015, y un tinto de la Ribera de Duero Pruno Crianza. Ambos excelentes y servidos a la temperatura correcta.

Los Platos
  • Anchoas a la Bilbaína (10€)

La entrada fue apoteósica, y en mi opinión (y sin desmerecer al resto de la pitanza) este fue la estrella de la comida. Anchoas descabezadas, limpias, y con un fino tajo en la cola a un lado y al otro de la espina que hacían que los filetes se separaran de la espina con total facilidad. La carne jugosa y plena de sabor. He tenido que llegar a este lugar para disfrutar de las mejores anchoas de mi vida. Les doy la Matrícula de Honor.
  • Robaliza marinada con lima y eneldo (12€)
Esta vez no puedo aportar foto, olvido motivado por la emoción del plato anterior. Dos raciones compartimos de este plato en el que la frescura del pescado cortado en finas láminas marinado en el jugo de las limas nos permitió disfrutar de un plato fresco, sabroso y eqilibrado. Notable.
  • Calamar de potera confitado en AOVE con ali oli (14€)

Otra sencilla elaboración, en la que aplicando el tiempo y la paciencia suficientes, nos dan como resultado una textura tierna y un sabor exquisito de un calamar excepcional. Notable alto.
  • Tartar de ternera. Manzana y mostaza (14€)



Es un plato que me encanta, elaborados por manos diferentes y con resultados distintos en cada caso, y en este no iba a ser menos. La sencillez de la elaboración de Jose María es solo aparente, pues se perciben ingredientes de poderoso sabor que no rompen el equilibrio del jugoso y sabroso plato, que no es fácil de lograr, y al que le otorgamos un sobresaliente.
  • Picaña de Ternera al Roquefort (12€)

Plato sencillo con la carne en el punto solicitado acompañado de una salsa suave. Un aprobado.
  • Postre: Bizcocho, chocolate y natillas

Bien resueltos cada uno de los tres elementos del plato: Jugoso y esponjoso el bizcocho, espeso y fuerte el chocolate, y suave y en su punto la crema. Un notable para la elaboración. Por cierto, los otros tres postres de mis compañeros de mesa (fue lo único que no compartimos) también tenían una pinta excelente, y por lo que comentaron, estaban muy ricos. Un notable para el capítulo de los postres.

Como colofón añadiré que el servicio es rápido y atento en todo momento a las necesidades de los comensales. El precio final de la pitanza fue de 134 €,  por lo que el precio por comensal es de 33,5 € por los cinco platos, los cuatro postres, las dos botellas de vino, el pan y un vermut que yo me había tomado antes. Por lo tanto, podemos sentenciar que la relación calidad/precio es estupenda.

No es verdad que el "Camping Gas" de Jose María no de para mucho. Da para mucho mas.

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