Cenar en una noche cualquiera en una mesa cerca de cualquiera de los amplios ventanales, mientras se contempla el reflejo de la luz de las farolas en el suelo de piedra mojado siempre es un regalo para los ojos por la vista, y par el resto de los sentidos por la calidad de esta cocina, y especialmente de sus arroces y fideuás, que son la especialidad de esta casa.
Ceno en esta ocasión con un familiar que llega a Santiago en peregrinación, pero venimos en búsqueda de algo ligero.
Presenta A Cortidoría una de las mesas mejor vestidas de Santiago, vajilla, cubertería, cristal y sobre todo los finos manteles de lino cuidadosamente planchados, y los adornos de mesa correspondientes, dan un toque de distinción a estas mesas. Cómodas sillas completan el equipamiento.
Para pasar el tiempo, y para no tomar el vino solo, pedimos unos langostinos en crujiente con ali oli, calientes, jugosos y al dente, van desapareciendo de uno en uno hasta vaciar el plato.
Viene ya el Rossejat de Fideos presentado en una paellera para dos personas, y ya sabemos antes de empezar que no vamos a acabar todo lo que nos han traído. Calamares muy tiernos, gambas, almejas y berberechos se asoman entre los dorados fideos, emitiendo un aroma que nos anuncia que vamos a disfrutar con su degustación.
Poco a poco vamos dando cuenta de nuestro Rossejat hasta donde se puede, siempre dejando un sitio para las ricas cañas fritas de la casa, rellenas unas de crema pastelera, otras de crema de castañas y otras de nata montada, y así dar tiempo a acabar el rico vino tomado en este caso un Mencía del Bierzo de la Bodega Valtuille, un vino elaborado por el enólogo Raul Pérez para esta bodega
El coste final de la pitanza fue de 75 €. La atención recibida fue excelente.
A Curtidoría esta en: Rúa da Conga 2-3. Santiago de Compostela
Teléfono: 981 55 43 42
Web: http://www.acurtidoria.com/web/
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